Botín sale a escena

El sector eléctrico sigue en ebullición. En medio de la tormenta eléctrica generada por la OPA lanzada por Gas Natural sobre Endesa en la que también participa Iberdrola, aparece el Banco Santander para añadir más lío en el mercado con la venta de su participación en Unión Fenosa, tercera en discordia en el sector. Dos grupos, entre los que figura el todopoderoso Amancio Ortega enfrentado a su ex mujer, Rosalía Mera, pujan por la eléctrica gallega. Es muy posible que, incluso, haya sorpresas adicionales y que, posteriormente, entren en juego otros grupos energéticos como Hidrocantábrico y su principal accionista, Energías de Portugal, el también portugués Galp u otro grupo extranjero o español.

Pero, en paralelo, a esa corriente eléctrica, esta última operación incorpora a la escena al banco que preside Emilio Botín. Era conocida la intención de la entidad de desprenderse del paquete de acciones de la eléctrica -al igual que lo es de hacer lo mismo en la petrolera Cepsa y de otras participaciones industriales heredadas del Central Hispano tras la fusión- y hasta la fecha nunca había mostrado prisa, a la espera siempre de obtener sustanciosas plusvalías.

Sin embargo, la posibilidad legal de reducir del 35% al 15% los impuestos que tendría que pagar a Hacienda si reinvierte el dinero por la venta de Fenosa -o por cualquier otra desinversión- en la compra del Abbey antes de que se cumpla un año -el próximo 12 de noviembre- del acuerdo con este banco, explica la rapidez que se ha imprimido en los últimos días a esta maniobra.

Ayer, el valor de Fenosa cayó el Bolsa nada más trascender la negociación. Y cuando ya se daba por cerrada con los inversores encabezados por Ortega, surgió la posible oferta de otros intereados. ¿Un golpe de mano? Lo que interesa son las plusvalías, que en cualquier caso, rondarán los 1.000 millones de euros, según lo que está contabilizado en libros.

Es muy probable que la misma premura que aprieta a Botín para deshacerse del paquete de Fenosa, la tenga con Cepsa. El banco arrastra un conflicto con Total, el grupo francés que es el principal accionista de la petrolera española con más del 40%, que le llevó a la Corte de Arbitraje de La Haya acusada de no cumplir los pactos con el grupo francés. Ahora, a punto de conocerse el veredicto de La Haya, parece que las cosas vuelven a su cauce y que, incluso, Total es el principal candidato para quedarse con el 33% que posee el Santander en Cepsa.