Gaudí termina con calidad y arranca el emergente Circuit

Elegantes horarios marcan una tolerancia civilizada y lógica entre el último día de Gaudí y el primero de Circuit, salones y propuestas que se retroalimentan y se necesitan, ésa es la verdad del panorama de la moda en Cataluña.

David Valls se inspira en el siglo XVIII, un rococó revisionado en canalla

La última jornada de la Pasarela Gaudí, con nombres para apuntar en la agenda de futuro, como los de Lucía Blanco, Miguel Vieira y Cristóbal Vidal, es decir, el diseño que vendrá. La argentina Lucía Blanco debutó a primera hora de la mañana en solitario con una propuesta femenina coherente y muy acertada. La inspiración la busca en los hongos, creando vestidos y monos con formas orgánicas; Blanco quiere dar esa mezcla de sofisticación y urbanismo a sus prendas con formas abullonadas y asimétricas y cambios de tejidos (seda natural, algodones y viscosas) a través de un miniplisado que recorre todas sus prendas.

Le siguieron las mujeres ambiguas de Joan Pastor, unas muy masculinas, otras más inocentes. El color llegó sorprendentemente de la mano de Alberto Tous, que ha dejado atrás sus paseos exclusivos por el negro.

Los portugueses Tenente y Vieira hicieron un desfile compartido muy de calidad, sobre todo el segundo, todo elegancia, confección esmerada, impecable factura, un hombre sólido y provocador, con rubíes en los hombros de las chaquetas italianas, un neodandi que al final se viste de raso negro, sin olvidar el algodón de estampado floral.

La primera oferta de Circuit fue David Valls: un clásico que no quiere serlo en su locura particular; Valls otorga a sus modelos un aire aristocrático a través de los detalles: es el siglo XVIII, las cortesanas de Fragonard buscando plan, un rococó revisionado en canalla con el dénim y el maltrato de los tejidos.

Cristóbal Vidal, ya en la tarde de Gaudí, ratificó en su primer desfile en solitario su calidad, posibilidades y talento. Incidió en la falda masculina y recreó un dramma estético y virtual buscando en la ropa la aventura de la vida; su mujer aún tiene dudas formales, pero su interés siempre gira a la silueta. A veces es el sueño del visir (como en el turbante de Kortajena). Mientras Gaudí proseguía con su agenda, en Circuit se presentaba una ya conocida Pilar Ruiz, con una primera parte de elegantes vestidos campestres y blancos troquelados. Le siguió Susana de Cangas, nacida en Oviedo, pero formada en Nueva York; la diseñadora demostró su poderío con unos trajes para una ejecutiva moderna y muy sexual. Al lujo, Cangas incrusta detalles de sastrería masculina. Y antes de que debutara Tillmann Lauterbach en Circuit, Asier Tapia hizo vibrar con una colección de volúmenes y asimetrías. La colección de Tapia es la historia de transformación personal que empieza con volumen en la parte delantera y se va trasladando a la parte trasera del vestido. Los colores también sufren su transformación en él: desde el blanco, pasando por los colores, acabando en el negro. La larga jornada fue cerrada por la estupenda performance de Nike en Circuit y Javier Simorra en Gaudí. Nike, líder del sector, propuso una seducción con una experiencia táctil de sus cazadoras más punteras.