El Vaticano da 30 días al Obispado de Lleida para entregar las obras que reclama Barbastro
Quince de las 139 obras en litigio no saldrán de Cataluña al no demostrarse la propiedad
La Congregación de Obispos de Roma ha dado un plazo de 30 días al Obispado de Lleida para que entregue a la Diócesis de Barbastro-Monzón 113 obras de arte que se conservan en el Museo Diocesano de Lleida. La decisión ha sido recibida con gran satisfacción en Aragón y mucha cautela en Cataluña, donde desde el Ayuntamiento y la Diputación de Lleida se ha indicado la intención de poner en marcha todos los medios legales para impedir la marcha de estas piezas. El presidente de la comunidad aragonesa, Marcelino Iglesias, considera inapelable la decisión.
"Estoy convencido de que no será el obispo de Lleida el que retrase esta orden del Tribunal Eclasiástico", indicó ayer Marcelino Iglesias visiblemente satisfecho. Aragón reclamaba estos bienes desde que 111 parroquias aragonesas de la Franja del Ponent se integraron en el año 1995 en las diócesis aragonesa de Barbastro-Monzón al ajustarse los límites diocesanos. Las parroquias que hasta entonces dependían del Obispado de Lleida vieron como los bienes que les habían pertenecido no se reintegraban, por lo que el obispado y el Gobierno de Aragón iniciaron acciones legales para pedir su devolución. Los recursos llegaron hasta el Vaticano. Ya en junio del año 1998 el Nuncio del Vaticano en España ordenó que se devolviesen, pero el obispado de Lleida interpuso en diciembre un recurso ante el Vaticano rechazando esa orden. El Vaticano falló a favor de Aragón y ayer se supo que había un documento de cinco puntos en el que la Santa Sede ordenaba reintegrar 113 de los 139 bienes reclamados en un plazo máximo de 30 días.
El Obispo de Barbastro Monzón, monseñor Angel Milián, estaba ayer contento con la noticia y mostraba el documento de cinco puntos en el que el Vaticano afirma que acepta en su mayor parte "la relación de bienes concretos del patrimonio que ha presentado la Diócesis de Barbastro-Monzón como bienes que pertenecen en propiedad y deben devolverse a sus legítimos propietarios, la actual Diócesis de Barbastro-Monzón". También explica que hay 15 obras que no deben cederse porque no se ha probado que le pertenezcan, y que hay 11 bienes "que se ha razonado que pertenecen a la Diócesis Barbastro-Monzón, pero que no se conoce donde se hallan y deberán ser entregados en caso de que aparezcan". El documento concluye que la devolución de los bienes a la Diócesis de Barbastro-Monzón "se debe hacer por la Diócesis de Lérida en un plazo de 30 días, y la Diócesis de Lérida deberá comunicar a la Sagrada Congregación antes de terminar dicho plazo de 30 días que ha cumplido lo ordenado en el decreto".
Frente a la satisfacción del obispo de Barbastro, el obispado de Lleida ha preferido no hacer ninguna evaluación sobre el decreto de la Congregación de los Obispos de Roma. En un escueto comunicado, señala que, dada la extensión del documento, "los juristas no han tenido tiempo aún de estudiar los fundamentos históricos y jurídicos de esta resolución administrativa en todos sus términos". El prelado de Lleida, que ha recibido el decreto a través de la Nunciatura Apostólica, considera que no sería prudente manifestarse sobre su contenido antes de conocer la opinión de los abogados que llevan el caso.
Hace nueve meses, la Santa Sede nombró al actual director del Servicio Jurídico Civil de la Conferencia Episcopal Española, Silverio Nieto Núñez, como juez ejecutor de las sentencias eclesiásticas que obligan al obispado de Lleida a devolver los bienes artísticos procedentes de las 111 parroquias aragonesas. La misión de Nieto durante este tiempo ha sido la de examinar la documentación aportada por cada una de las partes y determinar la propiedad de cada pieza en litigio. Su designación, que coincidió con la visita de los obispos aragoneses a Roma, no fue recibida con agrado en el obispado de Lleida, que ahora no descarta presentar un nuevo recurso a pesar de que la acción no paralizará el proceso de devolución de las obras.Pese a haber perdido todas las batallas emprendidas contra el derecho canónico, el obispado de Lleida no ha atendido hasta ahora la reclamación de la diócesis aragonesa al considerar que puede demostrar documentalmente la propiedad de la mayoría de las piezas reclamadas. Una de las pruebas más consistentes se basa en un libro de visitas y dos manuscritos encontrados en el Archivo Capitular, donde el obispo Josep Messseguer, fundador en 1893 del actual Museo Diocesano, dejó constancia detallada de las transacciones por compra o permuta realizadas a finales del siglo XIX en la diócesis. Muchas piezas fueron adquiridas durante la época de Messeguer y otras podrían ser originarias de la antigua catedral de la Seu Vella de Lleida.
El último dictamen de Roma parece haber cerrado la vía eclesiástica. Sin embargo, las autoridades políticas podrían recurrir a la vía civil para defender la unidad de las colecciones. De hecho, todas las piezas reclamadas por la Iglesia aragonesa están catalogadas por la Generalitat como bien cultural y sólo la Generalitat puede decidir su futuro. Ayer, desde el Departamento de Cultura no hubo declaraciones oficiales. El alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, se mostró partidario, una vez agotada la vía canónica, de recurrir a los tribunales ordinarios. Parecida opinión expresó el presidente de la diputación de Lleida, el convergente Isidre Gavín, que en un comunicado señaló sin embargo que han acordado con el Obispado estudiar a fondo el documento antes de tomar cualquier decisión al respecto.
El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, descartó la posibilidad de la vía civil de reclamación y aludió al concordato vigente. Según indicó, su gobierno ha mantenido varias reuniones con las autoridades catalanas para garantizar el respeto a la decisión adoptada y anunció que "mantendrá con la Generalitat de Cataluña una estrecha colaboración para la realización de exposiciones y otras actividades que resalten los vínculos históricos entre ambos territorios".
En el resto de las formaciones políticas aragonesas el escepticismo era mayor. Desde la Chunta se afirmaba que este era el momento idóneo para el regreso "cuando se devuelven a Cataluña sus papeles del Archivo de Salamanca. Es parecido". Los alcaldes de la zona de las parroquias se alegraban con la noticia, pero en el Partido Popular se señalaba que el retraso era inaceptable y recordaba que el Museo Diocesano de Barbastro, que acogerá las obras reclamadas, no está aún listo. Iglesias anunció ayer que estas piezas formarán parte de una exposición y después se guardarán hasta que dentro de un año se acaben las obras del museo.
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