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Maeso pone en duda los partes donde aparece como anestesista

"No hay manera de saber, con verosimilitud, qué cantidad exacta de medicamentos se aplicó a un paciente ni quién lo hizo". Después de sembrar continuas dudas sobre la fidelidad de la documentación incluida en el sumario, el anestesista Juan Maeso -único imputado por el contagio del virus de la hepatitis C en cuatro hospitales de Valencia a 276 pacientes entre 1988 y 1998- negó ayer que exista forma de saber quién intervino realmente en las operaciones, a excepción de los cirujanos, especialmente en el hospital privado Casa de Salud, donde se produjo la mayoría de los contagios.

En la quinta sesión del juicio en la Audiencia Provincial donde Maeso se enfrenta a una petición del fiscal de 2.214 años de prisión, el anestesista dijo que la documentación de los pacientes de Casa de Salud se confeccionó cuando ya había estallado el escándalo, en marzo de 1998. Añadió que en ese centro hospitalario "en el 99% de los casos no había hoja de anestesia porque no se hacía" y que en los partes correspondientes al hospital público La Fe pudo haber cambios de guardias que no se recogen. Además, precisó que en algunos de estos últimos casos él aparecía como anestesista cuando quien intervenía realmente era un médico residente con experiencia, porque "el jefe del servicio era yo y el responsable último era yo, lo cual no significa necesariamente que yo lo hiciera".

Negaciones

A preguntas de las acusaciones particulares, Maeso negó de nuevo que se hubiera administrado opiáceos y después se los inyectara también al paciente con la misma aguja. De hecho, el anestesista aseguró que nunca se había administrado esas sustancias en las operaciones quirúrgicas. Las acusaciones, con el fiscal Javier Carceller a la cabeza, sostienen precisamente que ese fue el modus operandi. Y entienden que pudo hacerlo, además, porque no comunicó a la dirección de La Fe que padecía hepatitis C.

El médico insistió en que no supo que estaba contagiado hasta que le hicieron los análisis semanas antes de que saltara el escándalo. Añadió que cuando lo supo se lo dijo "a algunos compañeros". También lo habló con algunos pacientes a los que intervino en La Fe durante los 17 días que pasaron desde que conoció su contagio hasta la apertura de su expediente por consumo de opiáceos, a raíz del cual quedó apartado de su actividad profesional. Maeso recordó que entre esos pacientes hubo "una médica a la que tenía que anestesiar".

El anestesista repitió que no hizo caso de las circulares que le avisaban de los controles de salud voluntarios a los que se le invitó a someterse en La Fe. Insistió en que casi siempre trabajaba sin guantes y que "accidentalmente" se cortaba y pinchaba con frecuencia. Pese a las reiteradas preguntas de las acusaciones particulares, Maeso no respondió a la cuestión de cómo explica entonces la coincidencia de su virus de hepatitis C con el de la mayoría de los pacientes incluidos en la causa.

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