Rajoy afirma que el Estatuto busca atrapar a Cataluña en un "asfixiante" poder político

En la sede de La Caixa, principal accionista de Gas Natural, Mariano Rajoy, líder del PP, expuso ayer sus pegas a la OPA que Gas Natural ha lanzado sobre Endesa. Ante lo más granado del poder económico catalán descalificó después rotundamente el Estatuto de Cataluña. Lo tildó de "intervencionista" y "estatista", y aseguró que responde a un "afán desmedido de intervencionismo y control" del "asfixiante" y "excesivo" poder político en Cataluña. Rajoy pidió a la sociedad civil que se movilice pronto "o la política acabará controlando todos los ámbitos de la vida social y económica".

"Lo primero que sorprende de la actual situación de Cataluña es percibir que el peso del poder político resulta excesivo. Tanto que llega a parecer asfixiante y entorpece la viveza de una sociedad tan dinámica, tan creativa y tan innovadora como es la sociedad civil catalana". Así arrancó Rajoy su diatriba contra el Estatuto catalán y los actuales gobernantes de Cataluña. Fue al final de un discurso que había comenzado con su argumentación en contra de la OPA de Gas Natural sobre Endesa.

El broche de la conferencia económica de Rajoy fue política. Con frases como éstas: "Cuando los dirigentes de una sociedad exaltan por razones ideológicas las reacciones sentimentales e imponen una determinada manera de pensar, de sentir y de expresarse, lo primero que se daña es la libertad, incluida la libertad económica. El ciudadano ya no se atreve a decir lo que piensa ni a obrar como quiera ni a permitirse iniciativas que disgusten al poder".

Rajoy mantuvo que los actuales gobernantes de Cataluña tienen "un afán desmedido de intervencionismo y control" y el mejor ejemplo de ello es el proyecto de Estatuto para Cataluña. El líder del PP pidió a los presentes que lean el texto articulado del proyecto, y pronosticó que, si lo hacen, verán "el carácter intervencionista y estatista del mismo".

Así, proclamó que "debajo del envoltorio que representa la defensa de unos principios identitarios y soberanistas se oculta la cruda realidad: el afán de los grupos políticos que lo impulsan por controlarlo todo, por intervenir y mandar en todos los aspectos de la vida económica, social y cultural de Cataluña".

Como ejemplo de intervencionismo citó dos artículos: el 117 y el 44. El artículo 117 trata sobre las Cajas de Ahorro, y, según Rajoy, regula que "el sucesor de Ricardo Fornesa [presidente de La Caixa] lo decidirá el gobernante de turno, posiblemente en el cambalache de un pacto por el reparto del poder". Éste fue el principal argumento de Rajoy para oponerse a la OPA. Admitió, de entrada, que La Caixa es "no sólo una entidad respetada y respetable, sino un ejemplo admirable de éxito en su desarrollo y expansión como intermediario financiero". Pero, tras esa loa, llegó la crítica: "Las Cajas, incluso las que están gestionadas de forma profesional como es el caso del actual equipo rector de La Caixa, no dejan de ser unas entidades jurídicas bien distintas de las empresas privadas, entidades susceptibles de influencia política". Rajoy apostilló que "la profesionalidad del actual equipo que encabeza Ricard Fornesa no garantiza necesariamente la del que vaya a sucederle". A este argumento de control político de La Caixa, Rajoy añadió todos los ejemplos de intento de fusión de empresas eléctricas que los anteriores gobiernos del PP frenaron para preservar, según él, "la defensa de la competencia y de los consumidores".

Por eso, Rajoy dijo ayer en La Caixa que el PP estará "extraordinariamente vigilante" de la evolución de esta OPA y subrayó que eso no significa ninguna "posición anticatalana ni contra La Caixa".