Un puente 'abrirá' la Exposición de Zaragoza

A la anglo-iraquí Zaha Hadid (Bagdad, 1950), premio Pritzker 2004, le fascinan los puentes. Ha construido uno colosal -de un kilómetro de longitud y ocho carriles- en Abu Dhabi y asume ahora la ejecución de la puerta de entrada a la Exposición Internacional Zaragoza 2008 a la que se accederá por un puente sobre el Ebro diseñado también por ella. Ganó el concurso en julio y, cuando quedan poco menos de 1.000 días para la inauguración de la feria, ha visitado Madrid para presentar su proyecto: un arco-pabellón sobre el río recubierto de escamas de acero.

La arquitecta ha dejado su huella en toda España -suyos son los proyectos de la península de Zorrozaurre en Bilbao, la estación de Durango, la Plaza de las Artes de Barcelona, una planta del Hotel Puerta de América de Madrid o una bodega riojana- y se muestra encantada. "No digo esto por estar en Madrid, pero los clientes aquí son muy receptivos a nuestras ideas", asegura Hadid, que no puede decir lo mismo de Reino Unido, su país de adopción.

"Es un proyecto muy importante. No sólo por lo que representa la obra, sino por su programa arquitectónico. Jugamos con las ideas del agua y de la fluidez, y las combinamos con el trabajo de topología y de paisajismo", comenta a propósito de su proyecto para Zaragoza. Su trabajo ha sido comparado con la piel de un tiburón. Un escualo que acogerá en sus 7.000 metros cuadrados la exposición El agua, recurso escaso dividida en estancias en las que la luz se colará por figuras poliédricas.

"La estructura inferior es de hormigón y la superior de acero. Se puede revestir también de madera", cuenta. La idea es que se pueda sellar el espacio para que entre menos luz en caso de necesitarse -para una exposición o una proyección que exijan oscuridad- y que en otras se abra a la luz, como una flor.

La arquitecta jamás ha estado en Zaragoza -"la visitaré pronto, aunque no sé aún las fechas"- y ha delegado algunos de los aspectos más técnicos en otros miembros de su equipo: "Los arquitectos no nos metemos en un cuarto oscuro a diseñar sin tener en cuenta a los especialistas". Así que hará caso a los ingenieros y expertos en hidráulica, los mismos que le acaban de aconsejar que levante un metro más de altura el puente por temor a las crecidas del Ebro. La dirección de la feria ha anunciado que el cambio no va a modificar el diseño del anteproyecto ganador, frente a otros 41 trabajos, entre ellos los de Rafael Moneo y Richard Rogers.

El puente -con un presupuesto de 25 millones y que se construirá en dos años- enlaza la estación del AVE con el Palacio de Congresos, y Hadid quiere huir de simbolismos añadidos. "No conviene excederse en la metáfora. No es un puente entre pueblos o civilizaciones como me dicen a veces. Es verdad que facilita el encuentro, pero no hay que cargar los aspectos emocionales o psicológicos", explica con sorna.

Por su excelente ubicación -comunica dos barrios de 100.000 habitantes cada uno- los organizadores plantean para el futuro, una vez concluida la muestra, reconvertirlo en una especie de centro comercial donde convivan los restaurantes y una sala de exposiciones. Pero los técnicos no descartan tampoco que el edificio albergue un museo de Ciencias Naturales.