"La OCM del azúcar es perversa"

Si los meses pasados fueron malos para el campo con la sequía y las heladas, los próximos serán cruciales para la agricultura andaluza que se juega mucho con las reformas comunitarias y la incertidumbre de las perspectivas financieras.

Pregunta. El año agrícola ha estado marcado por la sequía y las heladas. La Junta ha evaluado las pérdidas en la agricultura y la ganadería en 400 millones de euros. Los agricultores se quejan de la tardanza en recibir las ayudas.

Respuesta. Es uno de los años más duros que ha tenido la agricultura mediterránea con muchas adversidades climáticas, en especial las heladas y la sequía. La consejería amplió el decreto inicial para incluir a los cultivos leñosos en las ayudas por las heladas y acoger así al olivar de las sierras de Jaén y Granada. Van a ser más de 15.000 ayudas para la reposición de los cultivos perdidos y la consejería y el ministerio aportarán 300 millones en créditos para el plan de recuperación del olivar. Las organizaciones agrarias pidieron la ampliación del periodo de solicitudes y estamos en tiempo suficientemente ajustado para cumplir con los compromisos.

"El reto es la comercialización y para eso, las cooperativas deben fusionarse"

"La política de desarrollo rural debe compensar las pérdidas de la PAC"

P. ¿Cómo se puede compatibilizar la modernización de los regadíos con las restricciones de agua que se anuncian?

R. En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo en la modernización de regadíos. Andalucía tenía que modernizar en el periodo 2000-2008 un total de 260.000 hectáreas y ya vamos por 186.000. Con los nuevos sistemas de riego se ahorra más de un 30% del agua que se consume, que es preciso optimizar ante una sequía de esta naturaleza. El regadío es fundamental para la economía andaluza, el 60% de la renta agraria procede de las zonas regables y también concentra el 55% del empleo agrario.

P. A la sequía se ha unido la inmovilización de la cabaña ganadera debido al virus de la lengua azul (fiebre catarral ovina). Desde julio se han detectado en Huelva 13 focos. ¿Las campañas de vacunación están siendo eficaces? ¿La solución pasa por cerrar la frontera con Portugal?

R. Las vacunaciones han sido efectivas al 100%, pues no hay ni una sola explotación ovina -que es el único ganado que se puede vacunar- que haya tenido un rebrote. Sí que ha afectado a la zona norte de Huelva, en la frontera terrestre con Portugal, donde se ha producido un rebrote en explotaciones bovinas. Pero el año pasado había más de 260 focos de lengua azul en Andalucía, y este año sólo hay 29. La mortalidad apenas es del 0,27%. Hemos pedido al ministerio que atienda las pérdidas por la inmovilización del ganado y hemos exigido la creación de un comisionado para la lengua azul, una figura que coordine a todas las comunidades autónomas. Respecto a Portugal, o se incorpora con políticas preventivas para el control de la enfermedad o será necesario el cierre de las fronteras ganaderas. Ya se ha producido por parte de Bruselas una protesta formal.

P. ¿Cómo se va a beneficiar Andalucía del acuerdo de pesca firmado entre Marruecos y la UE? ¿Cuántas licencias corresponderán a barcos andaluces?

R. Queda aún por elaborar el reglamento previo al reparto de las 138 licencias que conforman el nuevo acuerdo entre la UE y Marruecos. España es el país más beneficiado y será Andalucía la que más licencias tenga, con un número que debería estar entre 60 y 65. Hay puertos como los de Barbate o Algeciras (Cádiz) que se van a ver favorecidos por estas licencias. Pero además, el hecho de que estos barcos, que están hoy faenando en el caladero atlántico, vayan a otro caladero, supone que los que aquí se quedan van a tener más posibilidades en momentos tan difíciles.

P. Las organizaciones agrarias vienen alertando de la progresiva pérdida de activos en el campo y dicen que el relevo generacional está amenazado.

R. A pesar del descenso de activos, Andalucía sigue aumentando la renta agraria. Hemos pasado en una década de 4.000 a 10.000 millones de euros de renta generada por los agricultores. Sin embargo, es un hecho real el cada vez mayor envejecimiento, pues el 23% de los titulares de explotaciones tienen más de 65 años y sólo un 8% tienen menos de 35 años. Hay un sentimiento de que cada día más la agricultura es un terreno de profesionales y el 63% de los agricultores no quieren que sus hijos trabajen en el campo. Pero Andalucía ha sido capaz de mantener con renta agraria y renta agroindustrial el 15% del Producto Interior Bruto (PIB). Es cierto que hay un reto en la incorporación de más jóvenes.

P. Usted ha sido uno de los cuatro consejeros de la Junta para los que el PP ha pedido, sin éxito, su reprobación.

R. Los argumentos del PP han sido ridículos. Plantear que aún no se hayan pagado las ayudas, cuando ha sido el propio sector el que ha pedido la ampliación del plazo de solicitudes, son niñerías. La política del PP lo que hace únicamente es destruir. Es un año horrible y la consejería ha sido capaz de afrontar esos retos y consensuarlos con el sector. Hemos hipotecado nuestros presupuestos para paliar los daños de la agricultura.

P. En los próximos meses se afrontan reformas comunitarias clave en varios cultivos. El problema más acuciante para Andalucía parece la Organización Común del Mercado (OCM) del azúcar. [Para mañana lunes se ha convocado un paro en todas las zonas productoras y una manifestación en Sevilla]. ¿Cuál es la posición de la Junta respecto a este asunto?

R. Compartimos al 100% las reivindicaciones del sector, pues es evidente que la propuesta de reforma es perversa tanto en la forma como en el tiempo. Hay 120.000 remolacheros que se van a ver afectados gravísimamente por la bajada de los precios y por la temporalidad con la que se quiere aplicar la reforma. España apenas produce el 80% del azúcar que consume, no es culpable de los excedentes que se producen y no se le puede castigar por ello. Hemos pedido que se aumente el precio de intervención y el dinero para compensar a los remolacheros. También sería una oportunidad generar una línea de apoyo a la vía energética de la remolacha para tener otras alternativas.

P. Hay quien piensa que la PAC actual produce pérdida de cohesión social. ¿No cree que sus ayudas deberían reorientarse más al desarrollo rural?

R. Es evidente que el desarrollo rural es el que puede impedir esa falta de cohesión social. En los últimos 20 años el desarrollo rural ha supuesto la gran revolución para nuestro territorio y ha frenado el éxodo de los pueblos. Se hace necesario que la política de desarrollo rural sea la compensación de las rentas que la agricultura puede llegar a perder. Esa política hay que reforzarla en los presupuestos y mientras que las perspectivas financieras no se aclaren será un riesgo que a todos nos intranquilizará.

P. ¿Está preparada la agricultura andaluza para subsistir sin subvenciones?

R. Hay una agricultura que sí está preparada porque desde su inicio no pensó en las ayudas, la horticultura, cítricos, frutales y subtropicales, que representan el 40% de la renta final agraria andaluza y que está preparada para la competencia. El olivar, que representa el 30% de la renta agraria, va a depender de que sea capaz de transformar y comercializar lo que produce, porque una vez que se retiren las ayudas, que van a permanecer hasta el año 2013, tiene que quedarnos el valor añadido, que ahora se va fuera. En todo caso, la agricultura andaluza tiene futuro. El 33% de todas las inversiones que llegan a Andalucía se dirigen al ámbito agroindustrial. Pero el mayor reto es la comercialización de los productos, y para eso nuestras cooperativas se tienen que fusionar para tener una mayor dimensión y poder competir con las grandes multinacionales.