Alonso reconoce su preocupación por las muertes de presos en Nanclares

Hasta cuatro preguntas en un solo día sobre las muertes en la cárcel de Nanclares de Oca tuvo que responder ayer el ministro del Interior, José Antonio Alonso, en el Senado y en el Congreso, en una clara ofensiva de los nacionalistas y Ezker Batua para reclamar las competencias penitenciarias para el Ejecutivo vasco. Alonso detalló las circunstancias de la muerte de cada uno de los presos y explicó las medidas puestas en marcha para corregir los fallos apreciados, pero insistió en todo momento en que el Gobierno central no tiene ninguna intención de transferir la competencia sobre las cárceles.

Alonso, visiblemente enfadado porque los nacionalistas insistían en vincular la situación de la cárcel de Nanclares con el hecho de que esté controlada por la Administración central, llegó a preguntar a la diputada de EA Begoña Lasagabaster si le "importaban más las competencias o los muertos".

El ministro recordó que se ha puesto en marcha un nuevo programa marco de prevención de suicidios que incorpora una serie de protocolos y programas que se acomodan a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre este problema. En octubre, anunció también, Instituciones Penitenciarias ha programado el primer curso de formación de profesionales para mejorar la prevención.

Ante la primera pregunta de la senadora de Ezker Batua Isabel López Aulestia, quien recordó que en menos de un año seis presos han sido encontrados muertos en sus celdas, otros dos han fallecido "en circunstancias aún no aclaradas" y uno más murió a los pocos días de ser trasladado desde Nanclares a la carcel cántabra del Dueso, Alonso explicó cada caso y admitió la "preocupación" del Gobierno por esta situación.

Rechazo a la transferencia

En julio, recordó, se desplazó allí un grupo de expertos. Como resultado de esa visita, dimitió el subdirector de seguridad y se puso en marcha un plan de choque que ha posibilitado la incorporación de tres psicólogos adicionales en agosto. Además, se acordó el impulso de una serie de actividades penitenciarias y deportivas, un plan de incremento del trabajo penitenciario y otro de traslados de internos que, según el ministro, ha permitido disminuir la presión derivada de las tasas de ocupación en esa cárcel.

Dos de los tres casos de suicidio, recordó, corresponden a presos por delitos de violencia doméstica "con resultado de muerte, situación que se describe como una de las más proclives al comportamiento suicida, según los informes de los técnicos penitenciarios". Pese a las explicaciones, la senadora del PNV Elena Etxegoyen y los diputados nacionalistas Emilio Olabarria y Begoña Lasagabaster insistieron en que el problema está en las condiciones de la propia cárcel y su saturación, y pidieron que, como dice el Estatuto de Gernika, se transfieran las prisiones, lo que Alonso rechazó de plano.