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EL FUTURO DE CATALUÑA

Maragall y Carod rechazan el "ultimátum" de CiU sobre el modelo de financiación

Mas anuncia que su coalición votará contra el Estatuto si el tripartito desestima su propuesta

Convergència i Unió (CiU) votará en contra del nuevo Estatuto catalán si las formaciones del tripartito de izquierdas se oponen a su "última" propuesta de financiación, que los nacionalistas darán a conocer hoy. Lo que sonó, en boca de Artur Mas, como un taxativo ultimátum pese a sus expresos llamamientos a la negociación, fue rechazado de inmediato por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y por el líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod, que reclamaron a CiU que abandone su "atrincheramiento". Maragall afirmó que no adelantará las elecciones si fracasa el Estatuto.

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Tras la reunión el pasado miércoles entre Pasqual Maragall y Artur Mas, este último anunció que hoy, martes, propondría un nuevo redactado de modelo de financiación como un gesto de la voluntad de Convergència i Unió de desbloquear este espinoso asunto. El ofrecimiento del líder nacionalista llegó después de que el presidente de la Generalitat aceptara la oferta de CiU de hallar una fórmula para blindar el sistema de financiación y evitar así posibles intromisiones del legislador estatal.

Ayer, Mas anunció que este redactado alternativo será el "último" que presente la formación nacionalista y conminó al tripartito, y especialmente a los socialistas, a aceptarlo en su textualidad pues cualquier solución debería, según declaró, tomar como base el modelo de CiU. En caso contrario, aseguró, su coalición no tendrá más remedio que votar en contra del nuevo Estatuto en el pleno del Parlamento catalán previsto para finales de septiembre. Y los votos de los nacionalistas son imprescindibles.

Aunque Mas se esforzó en subrayar la voluntad de diálogo de la federación, señaló que las formaciones del tripartito deberían aceptarla "mejor sin negociar" e insistió en que su nueva propuesta estará inspirada en el concierto económico "solidario", que el dictamen del Consejo Consultivo consideró inconstitucional. "La voluntad de CiU de hacer propuestas tiene un límite. No puede ser que continuamente hagamos propuestas, que las negociemos con el presidente de la Generalitat, que sean aceptadas por él, como el blindaje de la financiación, y que al día siguiente, desde el PSC y el PSOE se dediquen a tumbar los acuerdos entre Maragall y yo", manifestó Mas en referencia a las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que se opuso a que Cataluña tenga una financiación diferente a las comunidades de régimen común.

Mas admitió que su propuesta de hoy supone una "prueba" para el tripartito "de su voluntad de hacer un Estatuto ambicioso y potente". De lo contrario, el líder de CiU anunció que su formación votaría en contra del Estatuto. "Si el tema de la financiación no se arregla, no hace falta que lo hagamos [el Estatuto] porque estaremos construyendo un edificio sin cimientos, y los edificios sin cimientos caen". A pesar de estas serias advertencias, Mas rehusó calificarlas de "ultimátum".

A la espera de conocer el contenido de la propuesta de CiU, fuentes del tripartito señalaron que se opondrán a cualquier fórmula que contradiga el dictamen del Consultivo. "Y los juristas ya han dicho que el concierto económico es inconstitucional", insistieron.

Más allá de futuribles, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, en declaraciones a TV-3, opinó que "está fuera de lugar" lanzar ultimatos por parte de cualquier partido. "Suponer que la propuesta que hace un partido es la última palabra y que los otros no pueden decir nada, no forma parte de lo que es necesario ni de lo que es previsible", remarcó Maragall. En este sentido, pidió que "nadie haga de ningún punto del Estatuto una condición sine qua non ni formule ninguna de las pretensiones finales como un ultimátum".

Elogios al líder nacionalista

A pesar de estas críticas a CiU, Maragall alabó el papel de Artur Mas en la negociación estatutaria y como líder de CiU. "Es el líder que CiU y que Cataluña necesitaba al frente del nacionalismo". El presidente reiteró que, en caso de un fracaso de la reforma, no tiene intención de adelantar las elecciones autonómicas, aunque se mostró optimista sobre su aprobación. "Aunque más optimista es Zapatero", puntualizó. Maragall consideró "razonable" que las Cortes modifiquen puntos del articulado e insistió en la necesidad de incorporar al PP al consenso.

El líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod, coincidió con el presidente en rechazar el ultimátum de CiU, a cuyos dirigentes reclamó "patriotismo" y que no se "atrinchere en posiciones inmovilistas". "No podemos pretender que una posición de partido impida que el conjunto de la sociedad catalana avance pues la verdad hoy no está en manos de ningún partido, todos tenemos un pacto, (...) el patriotismo está por encima de los partidos".

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