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El Consell redobla la crítica al Gobierno por la financiación sanitaria pero cogerá el dinero extra

PP y PSPV discrepan sobre la cantidad que el Ejecutivo consignará a la sanidad valenciana

El consejero de Economía, Gerardo Camps, encabezará hoy la oposición al plan de mejora de financiación de la sanidad propuesto por el Gobierno. Una propuesta que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) tiene previsto concretar y, en su caso, aprobar esta tarde en Madrid. El Consell, a través del titular de Sanidad, Vicente Rambla, calificó ayer la oferta del Ejecutivo de "tomadura de pelo" y adelantó que el acuerdo "será muy difícil". PSPV y EU cuestionan la posición negociadora de la Generalitat que, presumiblemente, criticará el reparto pero no rechazará el dinero extra.

El temor del PP es que el Gobierno reparta los fondos adicionales para la financiación de la sanidad de manera discriminatoria, mediante la utilización de criterios que beneficien a las autonomías gobernadas por el PSOE.

El consejero de Sanidad, Vicente Rambla, afirmó ayer que la propuesta del presidente del Gobierno consiste en "hinchar una cifra que no es real" y que para la Comunidad Valenciana supondría "poco más de 60 millones de euros de los 600 que necesitamos". "Es decir", prosiguió Rambla, "no llega al 10% de las necesidades que hoy tiene planteada la sanidad pública valenciana".

La cifra utilizada por el titular de Sanidad está bastante alejada de la cantidad con la que especulan los socialistas valencianos, que en privado aventuraban ayer que la financiación adicional podría estar alrededor de los 300 millones de euros. Una cantidad que sí respondería a las exigencias del Consell y permitiría a la Generalitat encarrilar el déficit anual que provoca la atención sanitaria.

Gerardo Camps pedirá hoy explicaciones al vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, sobre la fórmula de reparto del dinero, pero aunque no esté de acuerdo aceptará la cantidad adicional que le corresponda para financiar la sanidad valenciana. La secretaria de Política Autonómica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, fue muy gráfica ayer al señalar: "Le puedo pedir a mi jefe aumento de sueldo y [éste] me puede decir que no, pero que nos sube a todos los trabajadores el IPC. Mi sueldo tendrá el IPC, como el de todos, pero me puedo declarar perfectamente insatisfecho".

Para el Consell, que preside Francisco Camps, lo fundamental es que el modelo se actualice en base al crecimiento de la población registrado desde 1999 y que se mejore sustancialmente la financiación por desplazados y residentes extranjeros. Elementos que lastran la financiación de la sanidad valenciana y que guardan cierta similitud con la situación de Madrid -aunque en este caso el gobierno regional tiene la sanidad transferida desde hace sólo tres años y la desviación presupuestaria existente es menor-. Baleares, la tercera de las autonomías que conforman el autodenominado eje de la prosperidad del PP, ha optado por hacer causa común con Canarias y apoyará, previsiblemente, la oferta del Gobierno que prima el criterio de insularidad en el reparto de los fondos adicionales.

La oposición criticó ayer la estrategia negociadora del Consell que preside Camps. El secretario de Economía de la ejecutiva del PSPV, Enrique Villarreal, lamentó que ante "una oferta que triplica la realizada inicialmente por el Gobierno, [Francisco] Camps sólo ha sabido enfrentarse para ganarse el aprecio de Rajoy, aunque con ello desprecie la solución de un problema que afecta a todos los valencianos".

Para Villarreal, "ante una propuesta seria, Camps se pone de nuevo la careta del victimismo, como si la sanidad no fuera una responsabilidad suya y de su Consell". El portavoz socialista recordó que el actual modelo de financiación de la sanidad es el propuesto por el PP y que Camps y Rambla aseguraron entonces que iba a solucionar definitivamente todos los problemas de financiación. Según el portavoz de Economía del PSPV, con la oferta del Gobierno, la Comunidad Valenciana recibirá "una parte sustancial" de los 3.000 millones ofertados por José Luis Rodríguez Zapatero. Villarreal instó al Consell a explicar cuál es el montante exacto del déficit sanitario y cómo se ha generado.

Por su parte, la coordinadora general de Esquerra Unida, Glòria Marcos, criticó a Camps por entender que "pide más dinero únicamente para continuar regalándolo a la sanidad privada a través de la externalización de los servicios y la privatización de los hospitales, atención especializada y primaria".

Para Marcos, el debate sobre la financiación sanitaria ha sido decepcionante porque "no se han afrontado los problemas reales del servicio público". La responsable de EU considera que lo más importante es cómo se obtiene el dinero para financiar la sanidad y cuál es el destino del mismo, que sólo debería alcanzar al sector público.

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