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Vecinos de Montjuïc piden que se recuperen caminos y se construya un lago

El Ayuntamiento está elaborando un plan de usos de la montaña

Blanca Cia

Una larga lista de peticiones -hasta 17- han planteado residentes del entorno de la montaña de Montjuïc, que está realizando su plan de usos para poner orden en las 450 hectáreas que componen el conjunto del parque. Recuperar caminos rurales, construir un lago en la parte superior de los jardines de Joan Brossa, crear un centro ornitológico y mejorar la señalización y la limpieza son algunas de las demandas de los vecinos.

No pocos residentes de los barrios altos de Poble Sec, ya en la falda de Montjuïc, tienen la sensación de que el consistorio históricamente ha programado y organizado las actividades de la montaña sin tener en cuenta que en ella hay vecinos. Ahora, aprovechando que los responsables municipales de la montaña han encargado un plan de usos para poner orden en las 450 hectáreas del parque, vecinos de los barrios del entorno han concretado sus peticiones. Muchas de ellas insisten en la mejora paisajística de Montjuïc y en sacar el máximo partido de su riqueza tanto botánica como de diversidad de aves. Han planteado, por ejemplo, la creación de un centro ornitológico para estudiar, investigar y llevar a cabo el seguimiento de las colonias de las especies que habitan en la montaña, que son más de un centenar.

Ocio ciudadano

Gran parte de las peticiones de los vecinos reivindican una montaña con una vocación más de ocio ciudadano en detrimento de un conjunto de actividades diversas muy marcadas por el turismo. Proponen destinar la gran explanada que hay en la parte más elevada de los jardines de Joan Brossa -el antiguo parque de atracciones- a construir un lago en el que poder pasear en barca como un atractivo para incrementar las visitas de los barceloneses y los residentes del área metropolitana. En la misma línea plantean la recuperación de los caminos rurales, como el de la Satalia o el del Esparver. El primero de ellos sube desde el paseo de la Exposición hasta el mirador de la Satalia, y los vecinos dicen que ha desaparecido en un tramo por las obras de un campo de fútbol. Se trata de una senda que accede a las escuelas del Bosc y Tres Pins. El camino del Esparver está en el barrio antiguo del puerto y, según los residentes, ha dejado de ser senda rural por una plantación temporal de arbolado de Parques y Jardines. En los últimos años, la montaña ha recuperado algunos de los antiguos ejes, que comunicaban los ya desaparecidos pabellones de la Exposición Universal de 1929, pero hay trazas y sendas que han sido borradas.

Los vecinos piden también la mejora de la señalización tanto de las instalaciones como de los accesos a la montaña. De hecho, lo más habitual es que un visitante, en especial los turistas, se pierda en Montjuïc intentando llegar, por ejemplo, desde las instalaciones de la Fundación Miró hasta el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Entre la lista de peticiones que expusieron los vecinos al gerente municipal de Montjuïc, Ferran Ferrer, en una reunión mantenida en julio y plasmada en el consejo de distrito de Sants-Montjuïc de la semana pasada, destaca la mejora de la limpieza en los jardines que han sido recuperados en los últimos años y en los caminos. Critican, sobre todo, que muchas papeleras estén casi permanentemente llenas. Y proponen que se recupere la figura del guardia de parque, en especial para evitar las molestias de los incívicos y los actos vandálicos contra el mobiliario urbano.

En el capítulo de seguridad, los vecinos reconocen que la situación está mejorando, sobre todo en comparación con los últimos veranos. Lo atribuyen a las patrullas permanentes de policía que recorren la montaña y que han logrado el efecto disuasorio en la delincuencia llamada de baja intensidad, los hurtos y tirones, que se había instalado en Montjuïc en los últimos años, precisamente por la afluencia de turistas. "En este punto hay que reconocer que hemos mejorado, pero ahora lo que pedimos es que se mantenga ese dispostivo policial para mantener el nivel de seguridad que tenemos", explica Ana Menéndez, de la asociación de la Satalia.

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Menos ruido en la montaña

Los vecinos llaman "saturación de actividades" a la superposición de conciertos y todo tipo de encuentros que se celebran en Montjuïc, especialmente en verano, pero con una temporada que empieza en la primavera y llega hasta octubre. Ponen ejemplos como la incompatibilidad de actos entre el Festival Grec en el anfiteatro con el espectáculo de la Font Màgica y los conciertos en el Poble Espanyol. "Todo de forma simultánea enloquece a los que vivimos en la zona", explica Ana Menéndez, residente en el barrio de la Satalia. Tan hartos están que piden la supresión del espectáculo musical de la Font Màgica, salvo en ocasiones señaladas.

Por ese motivo, los vecinos esperan que el plan de usos afronte ese problema, "fruto de la creencia de que aquí no se molesta a nadie". Y, sobre todo, plantean que se lleve a cabo un control efectivo de los volúmenes y una limitación de horarios. En ese sentido, apuntan que la montaña sea declarada zona de Especial Protección de la Calidad Acústica.

Estas molestias, insisten los vecinos, no sólo afectan a los residentes, sino que también llegan a alterar los procesos de las especies de aves afincadas en la montaña. Por último, los residentes piden que se pare la nueva construcción en la montaña después del último episodio del impacto del hotel Miramar, en edificación.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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