Una fachada para el recuerdo
Aunque las labores de demolición de la antigua Prisión Provincial de Córdoba comenzaron ayer, lo cierto es que hace semanas que arrancaron los preparativos previos, como la retirada de mobiliario y el vaciado de material contaminante como las lámparas fluorescentes o el amianto.
La Gerencia de Urbanismo de Córdoba prevé que las obras de derribo estén terminadas a principios del año que viene. Luego, se preparará la cimentación del terreno para la construcción de nuevas edificaciones.
El solar pertenece a Instituciones Penitenciarias, que depende del Ministerio del Interior. En el año 2002, se cerró un acuerdo por el que el Gobierno central cedía 20.000 metros cuadrados del solar al Consistorio cordobés. El Ayuntamiento ya ha anunciado que este terreno se empleará para la construcción de equipamientos sociales para la ciudad.
Viviendas
Los otros 5.000 metros cuadrados del solar se emplearán para la edificación de viviendas. La Empresa Municipal de Viviendas quiere adquirir esos terrenos para levantar allí unos 250 pisos de protección, según se lleva anunciando desde hace años.
Pero la prisión no desaparecerá del todo. El Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con los vecinos del distrito de Levante para que el edificio administrativo de la entrada principal no sea derribado. Será una forma de mantener vivo el recuerdo.
"Nunca debemos olvidar lo que fue esta cárcel para tantos hombres y mujeres. Nunca debemos borrar de nuestros corazones el dolor de quienes, por sus ideas, sufrieron la pérdida de su libertad", dijo ayer la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (IU), antes de que las máquinas comenzaran el derribo de los muros de la antigua prisión de Fátima.
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