Un curso a caballo entre dos leyes

Más de 6,9 millones de alumnos de infantil, primaria, ESO, bachillerato y formación profesional estrenan nuevo curso escolar. Por tercer año consecutivo habrá más niños matriculados en las aulas escolares, tras 15 años de descenso. La razón de este repunte se debe a la constante llegada de inmigrantes al sistema educativo español. El curso pasado había medio millón de estudiantes extranjeros. Cada año esta cifra se incrementa en unos 100.000 más. En comunidades como Madrid y Baleares el porcentaje de alumnos extranjeros supone ya el 10% del total.

Como cada curso, los escolares de infantil y primaria son los primeros que se incorporan a las aulas. Este año, los riojanos y canarios son los que más han madrugado para incorporarse a las clases: lo hicieron el pasado miércoles, día 7. Les han seguido los cántabros (8 de septiembre) y valencianos (el día). Hoy, lunes, comienzan los más pequeños en el el resto de comunidades, excepto los de Baleares, que esperarán hasta el próximo miércoles, y los andaluces, que se estrenarán el jueves. En ESO y bachillerato, las fechas de inicio de curso varían, según el nivel educativo, entre hoy (en Canarias y Cataluña) y el próximo 22 de septiembre (en Andalucía).

Este año los estudiantes de ESO que suspendan tres materias tendrán que repetir

Este año, las clases comienzan con la educación en el ojo del huracán político. El Parlamento prevé iniciar este otoño el debate de la Ley Orgánica de Educación (LOE), cuyo proyecto aprobó el Consejo de Ministros antes de cerrar por vacaciones. La LOE introducirá algunas modificaciones en el sistema educativo, pero, sobre todo, dará libertad a las comunidades autónomas en aspectos como las repeticiones de curso (decidirán si sus alumnos han de repetir cuando suspendan tres asignaturas), la distribución de los alumnos en las aulas en materias como matemáticas, lengua o inglés, o el establecimiento de asignaturas optativas. Los partidos de la oposición podrán presentar enmiendas al texto durante este mes. La idea del Ejecutivo es aprobar esta ley con el mayor consenso posible antes de que finalice el año. A partir de enero de 2006, el Gobierno y las comunidades autónomas comenzarán a elaborar los decretos de desarrollos de esta norma, según los planes del Ejecutivo.

Actualmente sigue en vigor la Ley Orgánica de Ordenación del Sistema Educativo (LOGSE), aprobada por el Gobierno de Felipe González en 1990, y algunas medidas de la Ley de Calidad de Educación (LOCE), promovida en la anterior legislatura del PP, las que no fueron paralizadas por el nuevo Gobierno socialista cuando llegó al poder.

Los aspectos más relevantes del sistema escolar son los siguientes:

- Gratuidad en infantil. Una de las medidas que se aplican actualmente de la Ley de Calidad, y que seguirá este curso, es la gratuidad generalizada de la educación de tres a seis años. El Gobierno socialista mantuvo está medida cuando paralizó la LOCE, poco después de acceder al poder. De hecho, la gratuidad se lleva la mayor parte del presupuesto recogido en la memoria económica de la LOE que ha de pagar el Gobierno central.

Aunque esta etapa no es obligatoria, prácticamente todos los niños empiezan el colegio cuando cumplen tres años. Gracias a la gratuidad en ese nivel, todas las familias españolas tendrán derecho a una plaza escolar (en un colegio público o concertado) para sus hijos en septiembre de 2006.

Durante el curso que ahora comienza, las comunidades seguirán implantando la gratuidad en esta etapa. Algunas han optado por aumentar las plazas en los colegios privados concertados y otras, en los públicos. En cualquier caso, muchas comunidades ya tienen el camino avanzado en este terreno. El País Vasco o Navarra tienen garantizadas las plazas para todos los niños de tres a seis años y avanzan en la escolarización de niños más pequeños. En general, las comunidades que cuentan con más plazas gratuitas para estas etapas (como Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco, Navarra y La Rioja) tienen más educación infantil privada concertada que el resto.

- Repetición de curso en ESO. Este curso los alumnos que suspendan más de dos asignaturas tendrán que repetir, tal y como establece la Ley de Calidad, ya que los criterios de evaluación fueron otra de las medidas de la LOCE que el Gobierno socialista dejó seguir adelante. Será a partir del curso que viene cuando, si se aprueba la LOE, comience a aplicarse lo que establece a este respecto: que se repite con cuatro suspensos. La nueva ley deja a las comunidades carta blanca para decidir si sus alumnos han de repetir en el caso de tener tres materias suspensas.

Como en el curso pasado, los estudiantes tendrán que pasar exámenes de recuperación, bien en junio, bien en septiembre, de aquellas asignaturas que no hayan superado durante el curso.

- Asignatura de religión. Este curso, los alumnos que hayan optado por cursar religión confesional podrán hacerlo, como siempre. Esta asignatura será evaluable, pero no contará para la media de selectividad ni para obtener una beca. Quienes no estudien religión seguirán, como en los años anteriores, participando en distintas actividades que organice el centro, como talleres de teatro, lectura, o simplemente, como ocurre en muchos casos, dedicarán este tiempo a horas de estudio. Nada de ello será evaluable ni contará para la nota media.

La religión, en cambio, sí contará para repetir en el caso de que el alumno tenga suspensas además otras dos asignaturas.

La LOE no aclara cómo quedará esta materia en el futuro. Habrá que esperar al desarrollo de esta norma mediante decretos para conocer con precisión qué valor académico tendrá la religión, en qué tramo del horario se impartirá y si tendrá alternativa o no.

- Selectividad. Al finalizar el bachillerato los alumnos sólo tendrán que superar una única prueba para acceder a la universidad. Este examen hará media (40%) con las notas de bachillerato. La futura ley mantiene también una única prueba de acceso a la universidad y también hará media con el bachillerato. La Ley de Calidad, elaborada por el PP, establecía una reválida al terminar esta etapa. Esta medida, muy contestada por los estudiantes, no llegó a ponerse en marcha.