El hombre que encontró aquí su sitio

"De joven huía. Descubrí las Canarias en la mili y huí de Valencia. Me fui a Tenerife. Y de allí huí a El Hierro. Hace 20 años. Con el tiempo he comprendido que la huida es algo personal, interior, de algo que no te gusta de ti mismo. Pero yo creo que El Hierro es mi isla y de aquí ya no me marcho". Juan Antonio Bellveser, Joan para todos, tiene 58 años, dos hijas y dos nietos (Julio Néstor y Aitana); se acogió al plan de jubilaciones anticipadas de Telefónica, se ha aficionado últimamente al parapente, colabora activamente con ONG para el desarrollo de Guatemala, vive en una casa que es un modelo de hábitat sostenible, sin llaves en la cerradura, con perros y gallinas, donde cultiva un huerto ecológico, hace su propio abono orgánico y depura y reutiliza el agua que consume -por ejemplo, el de la lavadora para regar las plantas-. A la entrada de su casa, un gran cartel: "El Hierro para la Paz". Además engaña a su actual pareja, Berta, con otra… Aunque ella lo sabe…

"Con el tiempo he comprendido que la huida es algo interior, pero de aquí ya no me marcho"

Joan mantiene una relación apasionada con la isla. Recorre con cariño sus sinuosos pliegues, descubriendo continuamente nuevas sensaciones en el más mínimo recoveco de su piel volcánica. Y él sufre con cada pequeña cicatriz en su isla. Y ella le responde envolviendo su casa en atardeceres y nieblas de sorprendente iluminación.

Ahora a Joan le duele especialmente lo que le quieren hacer a su otra amante en su punto más alto, allí donde el mar de nubes se convierte en melena suelta al viento. Joan ha elegido para fotografiarse el pico de Malpaso (1.501 metros), porque es ahí, en uno de los símbolos principales de la isla, en medio del sagrado Camino de la Virgen (la patrona de El Hierro, que recorre la isla en una venerada Bajada cada cuatro años, a lo largo de un itinerario considerado intocable para los herreños), donde desde hace dos décadas el Ministerio de Defensa insiste en instalar un radar de uso militar. Tantos años lleva Joan en la isla, tantos años lleva con la amenaza del radar, un añadido rechazado por todos en Canarias, desde el Parlamento hasta los dos municipios de El Hierro -Valverde y Frontera-, el Cabildo Insular y los ciudadanos, que se han expresado repetidamente en manifestaciones y a través de la comisión Malpaso, uno de cuyos miembros más activos es Joan.

Un decreto del Gobierno del PP de febrero de 2002 expropió el pico de Malpaso a los isleños, y lo calificó de interés para la seguridad nacional, pues se considera un punto estratégico para la defensa de España. La mayoría de los herreños no lo entienden. Habían depositado su confianza en José Bono para que derogara ese decreto y se olvidara de una vez por todas del radar, ya que siempre se definió como un político preocupado por el medio ambiente, y difundió a los cuatro vientos, como presidente de Castilla-La Mancha, su defensa de las hoces del Cabriel frente a una autovía, y de Cabañeros, ahora parque nacional, y de Anchuras frente a los intentos de instalar en esos territorios campos de tiro de entrenamiento para la OTAN. Los herreños también confiaban en el PSOE, porque este partido presentó una proposición no de ley cuando estaba en la oposición instando al PP a retirar ese apropiamiento del pico tótem. Ahora no entienden nada. En una respuesta en el Senado, el actual ministro de Defensa dio a finales de junio una ambigua contestación, que es a la que se remite para contestar a EPS: "Deseamos sustituir la primitiva intención de instalar un radar fijo por la eventual localización, es decir, no instalación, de un radar móvil cuando los intereses de la defensa nacional (…) lo requieran, pero también es cierto que deseamos hacerlo con el máximo nivel de acuerdo con el Gobierno de Canarias y con los parlamentarios". "Un radar móvil, por su propia naturaleza, como sabemos los que estudiamos algún principio escolástico, se mueve. ¿En qué cabeza cabe que adquiramos un radar móvil para dejarlo fijo en el pico de Malpaso? ¿Alguien puede creer que tenemos tan mala cabeza (…)?". "Y fíjese lo que ha dicho sobre este particular el responsable de la Unión Europea. Dice que algunos parajes declarados de interés para la defensa se preservan mejor desde el punto de vista medioambiental que si les dan otros usos. ¿Me va a comparar usted un pico de interés para la defensa, para que alguna vez llevemos un radar, por ejemplo, con un pico lleno de chalés?". Una de cal y otra de arena: "Y eso queremos negociarlo, pero el Ministerio de Defensa no va a abdicar de este triángulo importante que está determinado y bien determinado técnicamente".

Desde el suelo negro de escoria volcánica del pico, el silencio es imponente.