Los glaciares europeos han perdido un 25% de su superficie en 30 años
Un estudio de la ONU revela que el calentamiento acelera el retroceso en los Pirineos
Los glaciares europeos han perdido un 25% de su superficie en 30 años, según el estudio Fluctuaciones de glaciares, publicado este mes por el programa de medio ambiente de Naciones Unidas (UNEP, en sus siglas inglesas). El estudio, realizado tras medir el espesor, la longitud y la superficie de 546 glaciares de 20 países destaca que desde 1850 los glaciares europeos perdieron un 60% de su superficie y que el ritmo se aceleró en los últimos 30 años, coincidiendo con el aumento espectacular de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los glaciares pirenaicos retroceden más rápidamente. En 1894 había 1.779 hectáreas glaciares en el Pirineo español; 608 en 1982, y actualmente no llega a 300, según otro estudio.
"Los glaciares son un excelente indicador, un espejo para ver el cambio climático porque un pequeño aumento de temperatura comienza a fundirlos. La gente no visualiza lo que supone un aumento de un grado de temperatura, pero si ve el retroceso de un glaciar en una fotografía puede comprender la magnitud del cambio climático", explica Michael Zemp, del Servicio Mundial de Control de Glaciares de la Universidad de Zúrich. Este departamento colabora con la UNEP para actualizar cada cinco años el estado de los glaciares del mundo. La universidad recibe datos de centenares de glaciares y elabora una media con 30 glaciares representativos de nueve zonas del mundo.
Zemp explica que los glaciares europeos "perdieron un 35% de su volumen desde mediados del siglo XIX hasta hace 30 años y un 25% desde entonces a un ritmo acelerado que nunca se había visto". El estudio señala que "con una previsión razonable del calentamiento atmosférico, muchos glaciares podrían llegar a la total desglaciación en décadas, dejando sólo algo de hielo en los picos más altos" y en las zonas bajo la ladera, pero no en la lengua en sí.
Zemp explica que estas observaciones son coincidentes con el cambio climático producido por la acumulación de gases de efecto invernadero, especialmente CO2. El estudio da los datos más detallados para Europa (donde hay registros más antiguos de la extensión de los glaciares), pero añade que "el continuo retroceso de los glaciares desde hace más de un siglo es evidente en cualquier parte del mundo".
1,2 metros menos al año
Sólo entre 2002 y 2003 los 30 glaciares empleados como testigos perdieron 1,2 metros de espesor. Desde 1980, han perdido unos ocho metros. Los científicos prefieren usar el espesor a la superficie porque depende menos de factores como la pendiente o la posición del glaciar.
El estudio de la universidad suiza analiza el estado del glaciar de la Madaleta, en el Pirineo aragonés. Entre 2002 y 2003, perdió 1,1 metro de espesor. Zemp explica que los glaciares como los españoles, pequeños y a no demasiada altura, son los primeros en notar el calentamiento: "Hay glaciares enormes en Noruega en los que ahora empieza a verse el efecto del clima de hace 20 años, que tardan mucho tiempo en reaccionar, en deshelarse, pero los pirenaicos van muy rápido", según Zemp.
El responsable en España de esta red de vigilancia mundial de glaciares es Eduardo Martínez de Pisón, catedrático de Geografía Física de la Universidad Autónoma de Madrid. Martínez de Pisón realizó en 2004 un estudio junto a miembros de la organización ecologista Greenpeace. El estudio revela que los glaciares de la vertiente pirenaica española pasaron de 1.779 hectáreas en 1894 (tras un periodo más frío de lo normal) a menos de 300 en la actualidad. Los datos de 1894 proceden del completo estudio de la zona que realizó el geógrafo francés Schrader, según explica Martínez de Pisón. El estudio aporta fotografías históricas y recientes del deshielo. Martínez de Pisón explica que ha habido retrocesos en otras épocas, pero no al ritmo actual: "El retroceso es coherente con el cambio climático producido por el hombre. Los glaciares son los altavoces".
Raquel Montón, responsable de la campaña de energía de Greenpeace, explicó el jueves desde el Monte Perdido (en el Pirineo de Huesca) que la pérdida de nieve es apreciable para cualquiera que haya pisado la zona hace 10 años.
El deshielo no es excesivamente grave en España, pero los países alpinos están muy preocupados y miden cada centímetro. El turismo, el esquí y el alpinismo dependen de ello. Los dueños de una estación de esquí de la región suiza de Andermatt cubrieron un pequeño glaciar por el que se esquiaba para pasar el verano y evitar el deshielo, según denunció la organización ecologista WWF.
En otras partes del mundo también hay riesgos a más largo plazo. Los glaciares del Himalaya abastecen los ríos de los que beben millones de personas. Si se funden pueden provocar inundaciones en un principio y sequías más tarde.
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