La Generalitat impide que una empresa de ITV controle el 50% del mercado

El Gobierno catalán impedirá a una sola empresa controlar más del 50% del mercado de las inspecciones técnicas de vehículos (ITV), a través de las autorizaciones que la Administración dará a los operadores en el nuevo régimen que enterrará las concesiones actuales. Hoy, el mercado lo controlan en un 85% Applus+ y RVSA.

El nuevo marco legal para el sector, que se abrirá a la competencia y que fue presentado ayer por el consejero de Trabajo e Industria, Josep Maria Rañé, implicará que ambas empresas -que ya han pedido operar bajo el nuevo régimen de autorizaciones, en línea con la ley estatal- deberán devolver a la Generalitat las instalaciones con las que operan.

La concesión termina en julio próximo, pero el Gobierno catalán ha dado un año de plazo (hasta el verano de 2007) para dar tiempo a las concesionarias, que "tendrán seguridad jurídica", y para que el ciudadano "no tenga ningún perjuicio en los servicios", dijo Rañé. Esta fase de transición persigue evitar que algún operador intente funcionar sin control aprovechando un posible solapamiento de las discusiones parlamentarias sobre la ley de ITV con el fin de las concesiones.

La nueva normativa, que llega después de que el tripartito revocara la prórroga de estas concesiones hasta 2014, trocea el patrimonio en lotes de hasta seis estaciones de ITV. Rañé dejó claro que se exigirá a las empresas a las que la Generalitat adjudique instalaciones que asuman sus trabajadores, para evitar despidos. "El cambio de régimen no afectará ni a un solo trabajador", afirmó Rañé. El consejero reiteró que no habrá compensaciones para Applus+ "ya que no se anuló la concesión, sino su prórroga". Applus+ estima los daños en 160 millones de euros.