Bush insiste en no retirar las tropas pese a la creciente división en Estados Unidos
El presidente urge a la minoría suní a llegar a un acuerdo sobre el texto constitucional
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reiteró ayer su frontal oposición a fijar una fecha para la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, a pesar de las críticas crecientes en la opinión pública e incluso de los primeros signos de disensión dentro del Partido Republicano. "Creo que una retirada inmediata de nuestros hombres sería un error", dijo el presidente a los periodistas que le siguen en su viaje a Donnelly, en el Estado de Idaho, donde piensa pronunciar hoy un discurso ante un grupo de miembros de la Guardia Nacional a favor de la guerra en Irak.
A su vez, la Casa Blanca respaldaba y transmitía ayer todo su aliento a los negociadores iraquíes del nuevo texto constitucional, con la convicción de que el éxito en el Parlamento de Bagdad represente también un triunfo del presidente Bush, uno de los pocos que puede exhibir en una guerra contra la que cada día encuentra más oposición en su propio país.
"Damos la bienvenida a los acontecimientos en Irak como otro paso más en su proceso constitucional", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Scott MaClellan. "Los progresos hechos durante la semana pasada son impresionantes, con un consenso ganado a través del diálogo, el debate y el compromiso", puntualizó la Casa Blanca.
El presidente, por su parte, urgió a la minoría suní a que llegue a un acuerdo sobre la nueva Constitución tras los tres días acordados el lunes para su firma. "Los suníes no tienen otra elección. ¿Quieren vivir en una sociedad libre?", preguntó Bush. "Entonces mantener el statu quo es del todo inaceptable", se respondió el presidente. "Llegar a un acuerdo constitucional no es nada fácil después de años de dictadura", añadió.
Para la Administración Bush es crucial que se firme una Constitución que lleve encadenada su votación en referéndum el próximo 15 de octubre y se culmine el proceso con elecciones en diciembre para formar el primer Gobierno constitucional. De cómo se desarrolle este largo y complejo proceso dependerá en última instancia la fecha de la salida de los más de 138.000 soldados desplegados en Irak.
Mientras en Irak se avanza con paso inestable -por mucho que la Administración Bush pretenda mostrar lo contrario-, el comandante en jefe del Ejército de EE UU cargó ayer contra los activistas como Cindy Sheehan, quienes se oponen a una guerra "injusta" y exigen que las tropas vuelvan "inmediatamente" a casa. En opinión de Bush, el comportamiento de la gente como Sheehan no hace nada más que alentar "una política que podría debilitar a EE UU". Desde una exclusiva zona residencial en Donnelly, Bush no dio indicación alguna de que haya cambiado de opinión y tenga intención de recibir a Sheehan, quien perdió a su hijo de 24 años en Irak hace más de un año.
Desde el pasado 6 de agosto -primer día de las cinco semanas de vacaciones del presidente-, Sheehan ha mantenido una vigilia a las puertas del rancho de Bush en Crawford (Tejas) que ha tomado carácter nacional y ha congregado a su alrededor todas las protestas contra la guerra. Lo que empezó como una campaña en solitario para forzar al presidente a entrevistarse con ella y expresar sus puntos de vista sobre la necesidad de la retirada de las tropas, se ha convertido en toda una campaña política contra la guerra.
Sheehan está trabajando con consultores políticos y un grupo profesional de relaciones públicas. Sus anuncios ya están en televisión. Nadie que haya visto la televisión por cable en EE UU en las últimas semanas, dominada por la cruzada antiguerra de Sheehan, puede dudar de que han alcanzado su objetivo: el campamento de Crawford, conocido como Casey Camp en honor del nombre del hijo muerto de Cindy, es el escenario y el altavoz contra la guerra de Bush en Irak.
TrueMajority -un grupo antiguerra fundado por Ben Cohen, uno de los creadores de los famosos helados Ben and Jerry- ha contratado a Fenton Communications, una firma de relaciones públicas de Washington que ha trabajado intermitentemente con Sheehan durante más de un año para coordinar la cobertura mediática.
Con esta ayuda, Sheehan ha acaparado titulares, congregado a otras muchas madres de soldados muertos en Irak y dado ruedas de prensa diarias.
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