Un incendio con varios focos arrasa pinos centenarios en el parque natural de L'Albufera

Un incendio con varios focos, cuatro posiblemente, desató ayer todas las alarmas en el parque natural de L'Albufera de Valencia. A las 19.00, muy cerca del retén de bomberos de El Saler, se detectó el fuego. Todo apunta a que fue provocado. La rápida actuación de los efectivos antiincendios evitó una tragedia ecológica mayor. Catorce unidades terrestres y siete medios aéreos fueron movilizados. Al cierre de esta edición, las llamas estaban controladas, si bien había riesgo de que el viento las avivara y complicase las tareas de extinción de un fuego que ya había destruido unas cuatro hectáreas con pinos centenarios y matorral.

Una impresionante columna de humo en la zona de El Saler, en plena Albufera, era visible desde decenas de kilómetros a la redonda. Sobre ella empezaron a actuar siete medios aéreos. El primer avión llegó a los 20 minutos de detectarse las llamas, según manifestó el alcalde de Valencia en funciones, Vicente Igual. Una decena de unidades de bomberos municipales así como cuatro brigadas de la Generalitat trabajaban poco después de las 19.00.

Al cierre de esta edición, se hablaba de unas cuatro hectáreas afectadas, si bien no se podía dar aún una estimación oficial. La zona atesora un gran valor ecológico. El viento era anoche el principal peligro para hacerse con el control definitivo del fuego. Cuando se originó el siniestro, el viento soplaba con fuerza, en dirección norte, alejando las llamas de la zona residencial y muy cercana de Les gavines y el hotel Sidi Saler. La carretera CV-500 fue cerrada al tráfico. No fue necesario practicar desalojos en las urbanizaciones próximas.

El Puesto de Mando Avanzado (PMA) fue constituido en la primera rotonda que da acceso al parque natural al acabar la autovía que comunica el parque natural con Valencia. La CV-500 quedó cortada al tráfico en ambas direcciones. Las autoridades municipales, así como el consejero de Agricultura, Juan Cotino, y el director general de Interior, Luis Ibáñez, se trasladaron al lugar para las tareas de extinción.

Los bomberos municipales recibieron el primer aviso a las 19.00. La alarma se detectó muy cerca de la posición que ocupa en el parque natural el retén de bomberos y de una venta de toros, en mitad de la franja forestal que discurre entre la playa y el lago, frente al complejo de ocio de Acualandia. Entre cinco y diez minutos tardaron en actuar los primeros efectivos. "Hemos actuado con mucha rapidez. Es la ventaja de mantener un retén permanente de bomberos dentro del parque natural. Es una garantía de respuesta inmediata", afirmó en el lugar del siniestro Cotino. Cuando los primeros efectivos iniciaron los trabajos, una nueva llamada alertaba de un nuevo foco de llamas a escasa distancia del primero. A falta de la investigación oficial, ayer fuentes de los efectivos anti-incendios hablaban de hasta cuatro focos, lo que apunta, tal como señaló el director general de Interior, que el incendio fue provocado.

Diez unidades de los bomberos municipales (entre 15 y 20 bomberos), siete efectivos aéreos y cinco brigadas de la Generalitat se ocuparon de controlar el fuego y sofocar unas llamas que llegaron a cruzar la CV-500, aunque fueron atajadas al poco. A las 21.00 horas se retiraron los medios aéreos por falta de luz y a partir de ese momento la zona quedó bajo el control de las dotaciones terrestres, con la situación prácticamente controlada pero con la amenaza del viento.

Vicente Igual comentó que se trataba de "una acción premeditada, perfectamente diseñada porque se ha prendido fuego justo cuando soplaba un viento que favorecía la extensión de las llamas". Por su parte, el edil socialista, Matías Alonso, mostraba su preocupación por la evolución del fuego "ya que de nuevo se aprecia como sopla el viento con mayor intensidad y los efectivos aéreos ya se han retirado". Alonso calificó de "muy grave" el incendio porque "aunque la superficie no es muy extensa, el fuego ha quemado pinos centenarios de un gran valor ecológico". Alonso indicó que el sistema automático de detección de incendios en el parque no funcionó en un principio, porque los primeros avisos fueron de vecinos y guardas.

Ibáñez, que sobrevoló la zona incendiada, no precisó la extensión presa del fuego pero sí indicó que correspondía al área localizada entre los distintos puntos del incendio. El director general de Interior coincidió con Igual en la peligrosidad que encierra un incendio de estas características, en una zona de bosque cerrado, muy denso, con pinos y matorrales, en el que las llamas pueden extenderse rápidamente. La proximidad al lago de L'Albufera y la existencia de surtidores para los bomberos en distintos puntos del parque natural facilitaron los trabajos de extinción.