Cindy Sheehan interrumpe su protesta
La protagonista del movimiento contra la guerra deja el rancho de Bush para cuidar de su madre
Los manifestantes contra la guerra de Irak perdieron el jueves a su figura más emblemática. Cindy Sheehan, la madre de un soldado muerto en abril de 2004, interrumpió temporalmente su acampada frente al rancho del presidente estadounidense, George Bush, de Crawford, Tejas, tras sufrir su madre un derrame cerebral. "Acabo de recibir una llamada terrible", anunció en directo a los periodistas. "Mi madre ha tenido un derrame".
Fundadora de una organización de madres de soldados opuestas a la guerra, Las Madres por la Paz, Sheehan llevaba dos semanas acampando y había anunciado que no abandonaría el rancho hasta ser recibida por el presidente Bush. Sus seguidores aseguran que no tardará más de dos o tres días en volver. Antes de volar hacia Los Ángeles, California, para visitar a su madre, Shirley Miller, de 74 años, Sheehan aseguró que se quedan "otras madres por la paz y otros parientes de soldados aquí para expresarse, y seguirán el movimiento durante mi ausencia".
Su retiro, aunque temporal, se produce en pleno auge del movimiento antiguerra. Más de 1.500 concentraciones de apoyo fueron organizadas el miércoles por todo el país. En Washington, más de un centenar de personas se reunieron frente a la Casa Blanca. Ann Wright, una de las organizadoras del campamento frente al rancho de Bush, indicó que esperaba la llegada de más de 500 personas este fin de semana. Mientras, una caravana de partidarios de Bush partirá en los próximos días del oeste de EE UU para llegar a Crawford el día 27.
Bush ya recibió a Sheehan junto a otros familiares en 2004, pero esta vez se propone pedirle que retire a los cerca de 138.000 soldados estadounidenses de Irak y que le explique cuáles son sus justificaciones para la guerra en la que ya han muerto 1.861 uniformados. Hasta ahora, Bush ha rechazado este encuentro, aunque ha manifestado públicamente su simpatía hacia la mujer californiana. Por su parte, el vicepresidente, Dick Cheney, en un discurso en Springfield, Misuri, y sin mencionar directamente a Sheehan, expresó el jueves su solidaridad hacia los familiares de los soldados muertos, cuyas pérdidas calificó de "irremplazables", pero insistió en que la guerra de Irak está plenamente justificada.
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