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Medio Ambiente comprará el Club Méditerranée por unos 4 millones de euros

El subdelegado del Gobierno en Girona, Francesc Francisco-Busquets, anunció ayer que el Ministerio de Medio Ambiente ha llegado a un acuerdo para la compra de las instalaciones del Club Méditerranée, una ciudad de vacaciones en desuso instalada en pleno parque natural del Cap de Creus, por unos cuatro millones de euros. La firma de la venta se hará efectiva con toda probabilidad entre septiembre y octubre, según explicó el subdelegado. Posteriormente, el privilegiado enclave natural será cedido a la Generalitat para que lo incorpore al parque natural.

Francisco-Busquets aseguró ayer que se trata de "una cantidad importante" y que existe el compromiso de que el futuro propietario, el Estado, cederá el terreno a la Generalitat.

El alcalde de Cadaqués, Joan Borrell, conoció ayer la noticia por los medios de comunicación, y se mostró muy satisfecho por lo que consideró, únicamente, "un primer paso hacia la protección de la zona". Según el alcalde, la degradación del complejo iba en aumento y este mismo fin de semana, a pesar de la vigilancia que se ha dispuesto en los viejos bungalós, se han ocupado algunos de ellos de manera ilegal.

Borrell desea que no se deje de lado al Ayuntamiento en la decisión que hay que tomar sobre las construcciones de la zona. Cadaqués siempre ha defendido que se mantengan algunas de las edificaciones, que podrían ser usadas para acoger un centro de información o un albergue para universitarios que habitualmente acuden a la zona para investigar su riqueza geológica y biológica. La propuesta del consistorio intenta conciliar el atractivo turístico con el componente educativo e investigador. Esta actividad contribuiría a poder dotar la zona de una vigilancia activa que, según Borrell, el consistorio no se puede permitir.

Una de las instalaciones que casi con toda probabilidad se mantendrán es el aparcamiento, puesto que en la zona del faro del Cap de Creus se registra un gran volumen de tráfico y los coches aparcan a lo largo de la carretera.

Las negociaciones para la compra de este complejo de vacaciones privado empezaron hace unos seis años, aunque no han fructificado hasta ahora. El Club Méditerranée abrió sus puertas en el extremo más oriental del litoral catalán en 1962 y se concibió como un enclave que combinaba la vida natural y el aspecto lúdico y deportivo. Se trata de un estilo de vacaciones que los Clubs Méd han hecho triunfar en todo el mundo. La ciudad de vacaciones ocupa un kilómetro de costa y está compuesto por 370 chalets de una planta más sus edificaciones anexas, entre las que se encuentran dos restaurantes, un bar, piscina, pistas deportivas, discoteca y un pequeño anfiteatro.

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El club permanecía cerrado desde hace dos veranos, circunstancia que permitió al Estado presionar a los propietarios franceses del equipamiento. Según trascendió el año pasado, el Ministerio de Medio Ambiente no llegaba a los cuatro millones de euros en su propuesta de compra, mientras que el Club exigía unos ocho.

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