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La junta militar de Mauritania disuelve el Parlamento y asume sus competencias

El nuevo órgano de gobierno lo integran 17 oficiales al mando del jefe de la policía

La Agencia Mauritana de Información dio a conocer ayer la composición del Consejo cuyos integrantes dieron el golpe. Todos ellos, empezando por su jefe, han colaborado con el derrocado presidente Maauyia Uld Taya y ocupaban puestos de confianza. De ahí que la voluntad de democratizar el país de este puñado de oficiales sea puesta en duda en círculos diplomáticos europeos.

Junto con el cabecilla, Ely Uld Mohamed Vall, que durante más de dos décadas trabajó codo con codo con el presidente, otras destacadas figuras del nuevo régimen son el jefe del batallón de la seguridad presidencial, coronel Mohamed Abdelaziz, y el jefe adjunto del Estado Mayor del Ejército, coronel Abderrhaman Uld Bubakar. En la nueva institución también están representadas la Marina y la Gendarmería.

En su primer comunicado, el Consejo se comprometió a "crear las condiciones favorables para el desarrollo de un juego democrático abierto y transparente en el que la sociedad civil y los actores políticos se pronuncien libremente" dentro de un par de años.

Reacción favorable

Este compromiso hizo que, a diferencia de la reacción al golpe de la comunidad internacional, la de la pequeña oposición mauritana no fuera del todo hostil. Sólo el Partido Republicano Democrático y Social, del ex presidente, rechazó el "cambio anticonstitucional".

El resto de las formaciones celebraron con matices, junto con el opositor Frente Popular, "los objetivos establecidos por el Consejo que buscan poner en marcha una evolución democrática" y le instaron a respetar el plazo de dos años que se fijó para hacerlo.

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Desde el secretario general de la ONU, Kofi Annan, hasta los Gobiernos de EE UU, Francia, Reino Unido, España etcétera, pasando por la Comisión Europea, todos han condenado en cambio con firmeza el uso de la fuerza para acabar con el régimen anterior. La Unión Africana suspendió incluso ayer la participación de Mauritania en esta institución. El empleo de la fuerza ha sido, no obstante, comedido. En las calles de la capital no se apreciaban destrozos y ni siquiera había ayer toque de queda o controles callejeros aunque la presencia de uniformados era más frecuente de lo normal.

Al caer la noche, y por segundo día consecutivo, miles de personas se echaron a las calles para aclamar al nuevo régimen enarbolando retratos de su jefe e insultando el depuesto presidente.

"Es una buena cosa que el golpe se haya desarrollado sin que corra la sangre ni que sean saqueadas las propiedades de la gente", comentó, por ejemplo, Abdalái Uld Bilal, un carnicero de la capital. Este comerciante reabrió ayer, junto con otros muchos, su tienda en Nuakchot, donde el tráfico era casi equiparable al de un día normal. Los bancos, que permanecieron cerrados, eran la única excepción.

Un grupo reducido de oficiales del Ejército, entre los que figura el jefe de Estado Mayor, ha sido detenido, pero los miembros del Gobierno de Uld Taya y de su partido político no tuvieron problemas con la autoridad castrense.

El Consejo Militar pidió incluso al primer ministro, Sgheir Uld Mbarek, que continuase "por ahora" ocupándose de los asuntos corrientes y este acudió a su despacho a trabajar. Los ministros siguieron su ejemplo por la tarde. Habían sido precedidos por los funcionarios que, en su gran mayoría, se presentaron en los ministerios por la mañana.

Cerrado el miércoles para impedir el regreso del presidente Uld Taya, el aeropuerto de Nuakchot reabrió ayer, y uno de los primeros aviones en tomar tierra fue el del jefe del Estado, al que el golpe sorprendió en Riad, donde asistía al funeral del rey Fahd. En el aparato presidencial sólo viajaba la tripulación. Al enterarse del desencadenamiento del golpe, Uld Taya inició el regreso, pero se vio obligado a aterrizar en Niamey (Níger), donde aún permanecía ayer.

Las fronteras de Mauritania fueron también reabiertas ayer.

El nuevo <i>hombre fuerte</i> de Mauritania, Ely Uld Mohamed Vall, en Nuakchot.
El nuevo hombre fuerte de Mauritania, Ely Uld Mohamed Vall, en Nuakchot.EFE

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