Retenidos en Castellón 190.000 kilos de naranjas afectadas por una plaga

La detección de síntomas de una plaga de minador inexistente en España ha sido el motivo por el que el Ministerio de Agricultura ha decidido paralizar el desembarco en Castellón de cuatro partidas de naranjas procedentes de Suráfrica. Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en la capital de La Plana, el ministerio ha rehusado, entre el 20 y el 29 de julio, 190.330 kilos de nável en las que se detectó el minador Crytophlebia. Pese a que dos de las partidas ya han sido incluso incineradas, hasta ayer no se dio a conocer la entrada de estos cítricos en el puerto de Castellón. Además, no se han ofrecido datos sobre las embarcaciones que pretendían la descarga y que, en cualquier caso, procedían de Suráfrica.

Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, la primera partida retenida, de 26.936 kilos, llegó al puerto de Castellón el 20 de julio. El 25 de julio Agricultura retuvo otra partida de 54.194 kilos; el tercer caso de inmovilización se produjo el 29 de julio y afectó a 44.100 kilos de nável, y ese mismo día se retuvo otra partida de 65.100 kilos, todas ellas provenientes de Suráfrica. Dos de esas partidas ya han sido destruidas por incineración, mientras que Agricultura estudia el destino del resto de la mercancía ante la posibilidad de optar también por la incineración, por el tratamiento de cuarentena o por su remisión a un país no perteneciente a la Unión Europea.

La interceptación ha sido el fruto de la inspección del Ministerio de Agricultura, que ha de ejercer tanto la revisión documental como la comprobación de la solicitud presentada, el original del certificado fitosanitario del país de origen y las tasas ingresadas. En una de estas inspecciones los funcionarios tomaron muestras que posteriormente analizaron y determinaron su bloqueo.

Inspección

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Castellón explicaron cómo, en el caso de que la mercancía esté dispuesta en envases de pequeño tamaño (hasta 20 kilos), de cada lote se extrae el número de envases necesarios para obtener 600 frutos. Cuando los envases son de gran tamaño, los 600 frutos se extraen como mínimo de cuatro envases grandes. La inspección comprueba que el envase lleva una marca de origen adecuada y, tras su vaciado, comprueba la ausencia de organismos nocivos, sobre todo larvas y pupas de Tephritidae, en el fondo del envase. Cuando se detectan organismos que no son identificables, se remite una muestra al laboratorio.

Pese a que las inspecciones suelen detectar el intento de entrada de partidas como las interceptadas en Castellón, fuentes de las organizaciones agrícolas señalaron ayer la necesidad de un control más férreo sobre las importaciones citrícolas.