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La filial argentina de Agbar rechaza la subida de tarifas que le ofrece el Gobierno de Kirchner

Jorge Marirrodriga

La empresa Aguas Argentinas -participada por Aguas de Barcelona (Agbar) y el grupo francés Suez- rechazó ayer la propuesta presentada el pasado lunes por el Gobierno argentino por estimar que "no considera las hechas por la empresa y tampoco ofrece alternativas". Aguas Argentinas da un plazo formal de 30 días al Ejecutivo de Néstor Kirchner para que "restablezca el equilibrio del contrato".

Este aviso legal permite poner en marcha mecanismos como la disolución del contrato. La compañía, cuyo socio mayoritario es la francesa Suez, con el 39,93% de las acciones, protagoniza un duro pulso con la Administración argentina debido a la congelación de tarifas acaecida a raíz de la crisis económica e institucional de 2001. El pasado 15 de junio el Gobierno (que ya ha alcanzado acuerdos similares con otras grandes compañías de capital extranjero) ofreció a Aguas Argentinas una subida de un 15% en las tarifas para este año y un 20% el próximo, mientras que la compañía no quería bajar de un 20% de subida durante 2005.

El pasado 7 de julio Aguas Argentinas realizó una contraoferta definida por la empresa como "una última y definitiva propuesta de renegociación del contrato", y en ella se solicitaban créditos blandos o subsidios para poder acometer obras a la vista de la congelación de las tarifas. La compañía aseguró ayer que la nueva propuesta del Gobierno argentino no contiene "ninguna referencia económico-financiera", lo que en práctica deja las negociaciones en un callejón sin salida. A pesar de ello, el Ejecutivo argentino, por boca de su ministro de Planificación, Julio de Vido, ha reiterado su voluntad de "tratar" de alcanzar un acuerdo, algo que la dirección de la compañía cree que no es suficiente.

Conflicto de años

Ayer recordó que el conflicto se ha prolongado durante los últimos tres años y medio, en los que los accionistas han asumido sus responsabilidades "en condiciones muy difíciles".

Aguas Argentinas es la concesionaria del suministro de agua y gestión del alcantarillado de Buenos Aires y otros 17 partidos judiciales de los alrededores de la capital argentina. En total, 10 millones de personas reciben los servicios de la empresa, que comenzó su actividad en 1993. La empresa tiene proyectadas unas pérdidas de 100 millones de pesos (30,3 millones de euros) para 2005. La compañía tiene una deuda de unos 500 millones de euros y pretende que el Estado argentino le facilite mecanismos que ayuden a reducirla; sin embargo, el Ejecutivo no es partidario de otorgar financiación a una compañía controlada por capital extranjero.

Fuentes de la compañía señalaron ayer que en su propuesta del lunes, el Gobierno argentino, además de no fijar cifras, les exigía la entrega de documentación, como las proyecciones económicas, en el plazo de 15 días, documentación que la empresa asegura que ya ha facilitado. La noticia del rechazo de Aguas Argentinas, aunque esperada, supone una dificultad añadida para Kirchner, que en las últimas semanas había logrado la renegociación de precios con tres firmas de capital español: Edesur (de Endesa), Telefónica y Gas Natural.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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