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Viena celebra con una exposición el centenario de Elias Canetti

La exhibición resume la vida y obra del premio Nobel de Literatura

Viena celebra el centenario del escritor Elias Canetti (1905-1994) con una exposición biográfica, en el Museo Judío, y una muestra de litografías del pintor y escultor Alfred Hrdlicka, dedicadas al tema de Masa y poder. Las dos muestras son pequeñas si pensamos que se trata de un escritor clave del siglo XX, con una trayectoria marcada por el destino del imperio austrohúngaro y un lenguaje impregnado de la tradición literaria vienesa.

Pero cierto es también que las experiencias vividas en Austria por Canetti en dos periodos de su vida, que coincidieron con los fanatismos nacionalistas de los inicios de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, le dejaron muy mal sabor de boca y una indudable aversión hacia Viena.

La exposición en el Museo Judío de Viena (abierta hasta el 25 de septiembre), diseñada por Sven Hanuschek, resume la vida y obra del Nobel de Literatura de forma muy compacta y con total respeto de la voluntad del propio Canetti, quien en su autobiografía escribió: "Me inclino ante el recuerdo, ante el recuerdo de cada ser humano. Y no oculto la aversión que siento ante todos los que se toman la libertad de intervenir quirúrgicamente en los recuerdos, hasta que se parezcan a los recuerdos de los demás..." . Los tres tomos autobiográficos de Canetti (La lengua absuelta, La antorcha al oído y El juego de ojos), además de sus propias palabras registradas en entrevistas televisadas, son la base de este resumen de su trayectoria. Las estaciones de la vida de este emigrante perpetuo se encuentran distribuidas en seis columnas que aparecen como los pilares de su biografía y su pensamiento. Sobre la superficie de cada columna se ven documentos, fotografías y citas del propio autor, mientras que en su interior hay monitores de vídeo con filmaciones muy cortas de entrevistas en las que Canetti indica qué vivencias le llevaron a las reflexiones claves de su obra.

La primera columna representa su relación emocional con su lugar natal, Rustschuk, "una Viena de provincias con toda la variedad cultural propia del imperio austrohúngaro". En esta ciudad, actualmente búlgara, nació Elias Canetti tres años antes de que Bulgaria se independizara del imperio otomano. En sus primeros años, hablaba ladino con su familia y búlgaro con los criados. Sus padres, judíos sefardíes, se habían conocido en Viena y hablaban entre ellos alemán.

Segunda estación: Manchester (1911-1913), donde aprendió a leer, y su padre, que trabajaba de comerciante textil, le regaló su primer libro: Las mil y una noches. También Don Quixote en inglés, traducido por John Lang, forma parte de sus primeras lecturas. En una entrevista de televisión, realizada por Paul Kersten, el escritor indica que la muerte repentina de su padre, cuando él apenas tenía siete años, fue la experiencia que le llevó a buscar la falta de sentido de la muerte: "La más alta y más hermosa tarea del ser humano es luchar contra la muerte", dice.

El enigma de la masa

Otro pilar resume su época escolar, entre Zúrich, Viena y Francfort (1913-1924). En 1913 aprendió alemán bajo la "dictadura" de su madre, en apenas tres meses. A pesar del traumático aprendizaje de este cuarto idioma, el alemán fue la lengua de su literatura, la que le llevó al Premio Nobel en 1981.

En Viena, apenas iniciada la guerra en 1914, en un acto público en que los austriacos entonaban con euforia patriota el himno nacional, el pequeño Elias, de ocho años, y sus hermanos, se pusieron a cantar el himno inglés God save the King, y un montón de gente se abalanzó con brutalidad sobre ellos, a pesar de que su madre gritaba: "¡Déjenlos, por favor, sólo son niños!". Según Canetti, ésta fue la primera vez que percibió "la masa enemiga", que más adelante le llevaría a sus reflexiones filosóficas que hizo públicas en 1960 en su libro Masa y poder. Su llegada a un internado en Suiza en 1916, en plena Primera Guerra Mundial, le pareció como la entrada a "un paraíso", porque "en Zúrich se hablaba razonablemente", mientras que en Viena había vivido las expresiones de odio contra pueblos como el inglés. En Francfort participó por primera vez en una manifestación obrera, y sintió que "estaba excitado y no entendía qué estaba pasando conmigo": una reflexión más para indagar sobre el enigma de la masa.

De 1924 a 1929, Canetti estudia química en la Universidad de Viena. Aquí conoce a su primera esposa, la escritora Veza Taubner. Consigue distanciarse de su dominante madre y publica sus primeros libros, entre éstos, Auto de fe. El estudiante asiste "con devoción" a las clases del sarcástico Karl Kraus. Admite, en un vídeo, que "de él aprendí a leer", y que en adelante siguió leyendo en público de similar manera. También quedó impregnado de la expresión verbal de Kraus y sus coetáneos.

De su exilio en Londres, entre 1939 y 1988, se destaca la amistad del escritor con el aristócrata Aymer Maxwell, quien le regaló un viaje a Marruecos, fuente de inspiración para su libro Las voces de Marrakesh, y su casamiento con Hera Buschor, con quien tiene a su hija Johanna en 1972. En estos años de plenitud y de tardía celebridad obtiene el Premio Nobel. Su última estación es Suiza, de 1905 a 1911. "Quiero llegar a ser tan viejo como Sófocles, de 90 años", escribió este gran enemigo de la muerte, fallecido a los 89 años.

Los organizadores de esta exposición, que ya se pudo ver en Zúrich, informan de que desde 2002 los investigadores tienen acceso al legado literario de Canetti, pero que sus diarios personales y su correspondencia están vetados hasta el año 2024.

Canetti, con su segunda esposa, Hera, en Zúrich hacia 1980.
Canetti, con su segunda esposa, Hera, en Zúrich hacia 1980.HEREDEROS DE ELIAS CANETTI (ED. CARL HANSER)

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