Paco de Lucía seduce a los japoneses en la celebración del Día de España en Aichi

Quien sí sufrió los excesos del verano japonés fue Pep Bou, que actuó en el pabellón de España para los numerosos invitados oficiales. Sus psicodélicas pompas de jabón se empeñaban en estallar antes de tiempo, enloquecidas por el aire acondicionado imposible de apagar para evitar desmayos. Pese a ello, los asistentes miraban atónitos las caprichosas formas que creaba y con las que jugaba el malabarista del jabón.

La fiesta de España en Aichi la inauguró en un perfecto castellano el viceministro de Medio Ambiente, Hiroshi Takano, quien destacó que el original diseño del pabellón, obra del arquitecto Alejandro Zaera, ha contribuido en gran medida al "éxito"de la exposición. La estructura de éste, un enorme cuadrado, está toda forrada de piezas hexagonales de cerámica de colores que dan la impresión de una vistosa celosía. Su interior se distribuye como una catedral, con una nave central y varias capillas.

Los japoneses, locos por el diseño, ya han realizado diversas ofertas para quedarse con el pabellón, al que se ha concedido la medalla de plata de la Expo-2005, y evitar que sea condenado a su desintegración. Bajo el lema La sabiduría de la naturaleza, los participantes se comprometieron a que cuando el 25 de septiembre finalice el evento, retirarán y reciclarán todo lo expuesto para que la naturaleza vuelva a adueñarse del terreno.

Robots y tapas

Aichi, una prefectura de más de siete millones de habitantes, está situada en la zona central del archipiélago japonés y su capital es la cuarta ciudad del país, Nagoya. En ella se encuentra Toyota, el mayor fabricante de coches del mundo, que pretende hacer de Nagoya el mayor centro de investigación de robótica y dotarla de una rica oferta cultural.

Si la orquesta de robots del pabellón de Toyota sorprende a todo el mundo, el Centro de Astrobiología que se recrea en una de las capillas españolas impacta a los visitantes. En él hay una réplica del robot que esta institución española, puntera en el origen de la vida, pretende mandar a Marte en 2016.

Los españoles optaron, sobre todo, por conquistar Aichi por el sistema más tradicional: el estómago. En otra de las capillas se exhiben productos de la tierra, desde mariscos a aceitunas, pasando por vino y verduras, algunos de ellos esculpidos por Javier Mariscal. Pero es el bar de tapas del pabellón lo que atrae como un imán. En él se han dado cita los mejores maestros de la cocina de Ferrán Adriá a Óscar Velasco. Sus platos de diseño encandilan a los japoneses, que tienen la ventaja de estar acostumbrados a raciones minúsculas.

Takano destacó que 250.000 japoneses viajan a España anualmente y Miguel Ángel Moratinos, que como ministro de Exteriores presidía la celebración, se mostró complacido y dispuesto a que se multiplique el "sincretismo entre el Atlántico y el Pacífico en el que japoneses y españoles tenemos tanto que aportar".

Dicen los periodistas japoneses que España, con tanta comunidad autónoma, ha jugado con ventaja, porque desde que comenzó la Expo-2005 no para de organizar saraos. Ya han pasado por Aichi más de 10 comunidades, cada una de ellas amparada en múltiples actividades culturales, culinarias y hasta deportivas. En la fiesta de ayer participó el coro de la Comunidad de Madrid, que tras hacer un recorrido por diversas zarzuelas se despidió con una pieza tradicional japonesa.

También apoyan esta "semana grande" exposiciones como Naturaleza y Arte: Gaudí, Miró y Dalí; 300 por ciento diseño español, una muestra histórica de la fortaleza del diseño español, y Genio y Figura, que documenta en más de 50 trajes la aportación del arte español a la moda, aunque fueron inauguradas hace ya unos días y permanecerán más de un mes.