'Ertzainas' de paisano disparan al aire para defenderse de radicales

"Herriak ez du barkatuko" ("el pueblo no perdonará") fue el grito más oído en las movilizaciones que siguieron a la muerte en Francia del presunto etarra Imanol Gómez, así como en la despedida realizada en el barrio donostiarra de Larratxo, a la que asistió la plana mayor de Batasuna. Tras el acto, decenas de encapuchados provocaron incidentes y rodearon a varios ertzainas de paisano, que se defendieron realizando disparos al aire.

Varios agentes de paisano de la Ertzaintza dispararon al aire para defenderse cuando, después de haberse celebrado sin altercados el homenaje de despedida del presunto etarra Imanol Gómez, se encontraron rodeados por decenas de encapuchados que les arrojaron piedras y cócteles molotov.

Gómez murió en un hospital de Francia el pasado miércoles tras resultar gravemente herido al chocar su coche contra un árbol cuando huía de gendarmes cerca de Cahors.

Los incidentes comenzaron tras la despedida, cuando los centenares de asistentes iniciaron una manifestación por el barrio de Larratxo y los encapuchados cruzaron contenedores de basura en la calzada y arrojaron artefactos incendiarios contra los cajeros de entidades bancarias.

No hubo heridos y el episodio acabó con tres detenidos a los que la Ertzaintza acusa de sendos delitos de terrorismo, de atentado a agentes de la autoridad y de desórdenes públicos.

El homenaje, que estuvo vigilado por la Ertzaintza, se había celebrado previamente en la plaza de Larratxo, cercana al domicilio del etarra. El escenario estaba presidido por su fotografía junto a una ikurriña con crespón negro y la leyenda, en euskera: La lucha de los combatientes, la fuerza del pueblo. Imanol, Adiós y honor.

Al acto de despedida acudió la plana mayor de Batasuna. Arnaldo Otegi, Joseba Albarez, Eusebio Lasa y Anjel Mari Elkano, además del líder del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga, se sumaron a los centenares de amigos y simpatizantes del etarra que abarrotaron calles del barrio de Larratxo, plagado de pancartas y pintadas con frases alusivas al fallecido, como tu lucha, nuestro modelo. Otegi y Díez Usabiaga subieron al escenario, donde realizaron una ofrenda floral, entre el sonido de una txalaparta.

Joseba Permach fue el único dirigente de la ilegalizada Batasuna que tomó la palabra. Lo hizo para destacar la condición de hijo de inmigrantes que tenía Imanol Gómez, un dato que, a su juicio, merece la pena subrayar cuando el nacionalismo y el abertzalismo "son acusados de excluyentes y xenófobos".

Permach recordó cómo Gómez tomó conciencia desde muy joven de su compromiso militante en las visitas que realizaba a un tío suyo refugiado en Francia. Y destacó la "serenidad" y la "dignidad" que habían mostrado sus padres, presentes en el acto, desde que conocieron la noticia de la muerte de su hijo. "La izquierda abertzale tiene los brazos abiertos a todos los emigrantes y sus hijos que quieren luchar por Euskal Herria y sus derechos", afirmó. El dirigente de Batasuna responsabilizó a los Estados español y francés de la actual situación y criticó al consejero de Interior, Javier Balza, por prohibir las manifestaciones del sábado.