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Reportaje:EL PATRIMONIO VERDE DE LA CAPITAL

Madrid pierde 22.130 árboles, el equivalente a dos tercios de los que hay en el Retiro

Las obras acabarán en dos años con miles de ejemplares, aunque el Ayuntamiento asegura que por cada árbol que elimine plantará 20

Madrid se desertiza. Ésa es la sensación que los vecinos tienen en medio de una ciudad llena de obras. El Ayuntamiento asegura que no es así, que los árboles talados serán sustituidos por otros, a la vez que se crearán nuevas zonas verdes.

Desde que Alberto Ruiz-Gallardón llegó a la alcaldía de la ciudad se han cortado 22.130 árboles, según los datos que facilita el Grupo Municipal Socialista y que forman parte de la denuncia interpuesta ante la Fiscalía de Medio Ambiente; de ellos, 10.317 unidades por culpa de las obras de remodelación de la M-30. El número de unidades que se perderán supone dos tercios del total que hay en el parque del Retiro.

Izquierda Unida corrobora la situación de alerta y recuerda que la falta de una declaración de impacto ambiental está abriendo el camino a la falta de respeto por las zonas verdes.

IU cree que la falta de declaración de impacto medioambiental permite el abuso
"Es la primera vez en 35 años que se pierde patrimonio verde", denuncia el PSOE
"Peor que las talas actuales, fueron las podas indiscriminadas de los años ochenta"
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Un árbol consolidado es capaz de absorber de 20 a 25 kilos de dióxido de carbono al año
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Federico Sepúlveda, director de Patrimonio Verde de la Concejalía de Medio Ambiente, admite que se ha prescindido de 8.981 unidades. "Es inevitable que esto suceda en una ciudad con tantos árboles. Pero lo que cuenta es el balance final. Cuando las obras concluyan se habrán repuesto 178.000 ejemplares y creado nuevas zonas verdes en muchos distritos", dice.

A muchos vecinos el miércoles pasado se les acabó la paciencia. Centenares de habitantes de los alrededores del paseo de la Virgen del Puerto salieron a la calle para defender las acacias de su barrio de una tala segura. Hubo enfrentamiento entre policía, concejales y vecinos, que se saldaron con tres detenidos y al menos seis heridos. El objeto de la discordia eran 140 acacias que formaban parte del barrio, pero que estaban marcadas en rojo, es decir, catalogadas como "suprimibles" en el proyecto de remodelación de la M-30.

Las protestas vecinales de esta semana pasada se unen a otras que tuvieron lugar en su momento con más o menos intensidad en el barrio del Pilar, la zona de Embajadores o en Vallecas. Todas con un elemento común: la tala de árboles. Y muchas provocadas por la reforma de la M-30.

Esta obra faraónica se extiende a lo largo y ancho de casi todo Madrid. Por el camino, entre tuneladoras, excavadoras y operarios se produce una tala masiva que ha generado gran polémica entre ecologistas, vecinos y los grupos de oposición. Las cifras no coinciden.

Según los datos de Federico Sepúlveda, de los 8.981 árboles afectados por las obras de la M-30, 2.969 árboles serán trasplantados al futuro Parque Forestal de Moratalaz -una zona verde de 32 hectáreas donde ya se han llevado los primeros árboles trasplantados- y otros 6.022, talados irremisiblemente por estar enfermos o "ser técnicamente inviable" su trasplante.

La oposición aporta otros datos. El Grupo Municipal Socialista, en una denuncia presentada ante la Fiscalía de Medio Ambiente, eleva la cifra un 33%, hasta llegar a 22.130 ejemplares, que son los que, según sus cifras, han desaparecido en la ciudad desde que Gallardón es alcalde. "Es la primera vez en 35 años que se pierde patrimonio arbóreo en la ciudad", asegura Pedro Santín, responsable de Medio Ambiente del Grupo Socialista municipal.

En Izquierda Unida están elaborando un informe detallado. "Estamos contando los árboles uno por uno", explica un técnico. El estudio no estará finalizado hasta diciembre. Pero tanto PP como PSOE e IU coinciden en que Madrid es la segunda ciudad con más árboles de alineación -los que están en las calles, no en los parques- del mundo, 268.000, después de Tokio. Y eso sin contar a los grandes olvidados en este tema, los arbustos, de los que nadie habla. Los datos referentes a este colectivo los ofrece CC OO, que cifra en 15.000 los trasplantes, y en 1.000 las talas de esta especie que hacen la misma función de los árboles pero a ras de suelo, en palabras de Luciano Labajos, jardinero municipal y miembro de Ecologistas en Acción.

Según los datos facilitados, las especies más afectadas por las talas de árboles de alineación son las acacias y los plátanos, dos de los tipos más presentes en las aceras madrileñas.

Por zonas, no hay más que mirar el recorrido de la M-30 sobre un plano para ver dónde se han talado. La parte más afectada por las talas es alrededor del futuro túnel sur, la zona este -O'Donnell, Conde de Casal y la avenida de América-, la avenida del Manzanares y la de la Ilustración.

Todos los informes coinciden en que la avenida de Portugal es uno de los lugares en los que mayor ha sido el desastre medioambiental por la calidad de los árboles suprimidos. El Grupo Socialista habla de 150 plátanos eliminados de más de 20 metros de altura. Inés Sabanés, de IU, coincide y añade: "Y troncos de un metro de diámetro".

El Ayuntamiento ofrece explicaciones: "Cualquier obra pública en Madrid implica la destrucción de árboles precisamente por el modelo de ciudad que tenemos. Hay tantos que es inevitable". Sepúlveda hizo meses atrás una promesa: "Por cada árbol que se elimine por las obras de la M-30 se plantarán 14 nuevos ejemplares". Poco después esta cifra subió hasta 20.

Pero además de la promesa municipal está el artículo 209 de la ordenanza del Ayuntamiento de protección de medio ambiente urbano, que obliga a las empresas que se vean en la necesidad de eliminar un árbol por una obra a trasplantarlo siempre que sea posible o a plantar tantas unidades nuevas como años tenga el tronco talado como compensación. Las empresas, además, están obligados a su cuidado durante dos años.

Así, según los datos del Ayuntamiento, habrá 178.000 árboles nuevos o trasplantados. Cantidad que no es suficiente para la oposición. Tampoco está claro en qué lugares se pondrán. "Muchos irán al nuevo parque que se construirá en Moratalaz. Otros se repartirán por distritos", explica Sepúlveda. Las tareas de reposición se iniciarán en otoño porque es la época mejor para ello.

"Lo de la reposición es una broma de mal gusto", replica Pedro Santín. "Un árbol de gran porte de 200 años no se sustituye por otro nuevo. Vamos a tener que esperar otros 60 o 70 años".

Labajos, jardinero experto, coincide: "No han tenido en cuenta que a la hora de reponer están cambiando especies consolidadas por otras nuevas. Desde el punto de vista medioambiental, tampoco tiene nada que ver la función que cumple un árbol joven respecto a otro consolidado".

El medio ambiente es, precisamente, uno de los problemas que preocupan a los diferentes colectivos. El impacto que pueda tener la ausencia de estos árboles en la ciudad. ¿Qué le aporta un árbol a una ciudad como Madrid? "Filtra ruidos, absorbe la contaminación, da sombra. Y hay estudios que dicen que la sombra de los árboles baja varios grados la temperatura de una calle", explica Labajos. Unos metros por debajo de las copas, los arbustos hacen la misma función allí donde no llegan sus hermanos mayores.

"Un árbol en la ciudad es un elemento útil. Si lo convertimos en algo estético le estamos quitando valor", concluye el experto. Y pone un ejemplo: "Hay estudios que indican que en los hospitales se da de alta antes a los enfermos que están internados en habitaciones desde las que se contemplan zonas arboladas".

Hay otro datos, como los que aporta el Grupo Municipal Socialista. Un árbol consolidado es capaz de absorber, aproximadamente, de 20 a 25 kilos de dióxido de carbono, el principal responsable del llamado efecto invernadero.

La pérdida de masa arbórea se está produciendo con el consentimiento de la Comunidad de Madrid y de la Confederación Hidrográfica del Tajo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.

El Gobierno regional dio autorización a la reforma de la M-30 sin la necesaria declaración de impacto medioambiental, que sustituyó por 28 condicionantes para minimizar los daños al entorno.

También, la Confederación Hidrográfica del Tajo dio su aprobación con condiciones: el Ayuntamiento deberá cumplir una serie de requisitos para garantizar, entre otras cosas, la capacidad de caudal del río.

Además, la Comunidad de Madrid anunció hace tres días su intención de elaborar un proyecto de ley para la conservación y protección del arbolado urbano. El objetivo de esta medida será garantizar su protección y que por "razones de especie, antigüedad y ubicación merezcan ser conservados".

Sepúlveda pide tiempo. Reconoce las pérdidas actuales, pero habla del resultado final. "El balance global va a ser muy positivo", afirma. "Los vecinos que ahora viven frente a una autopista tendrán dentro de poco el río frente a sus casas una gran alfombra verde", añade.

Uno de los mayores reproches que los grupos opositores plantean al gobierno municipal es la falta de un proyecto de impacto medioambiental. "Chirría mucho. El objetivo es cumplir los plazos de la obra por encima de cualquier otra cuestión", se queja Santín.

Inés Sabanés, de Izquierda Unida, confirma esta impresión y recuerda: "Lo que está sucediendo, nosotros ya lo hemos denunciado ante la Unión Europea. Vamos a seguir el proceso, que no se olviden".

El Ayuntamiento ha elaborado un estudio minucioso, en el que figura cada árbol de la ciudad, con sus características. Muchos de ellos, como pasó con los de Virgen del Puerto el miércoles pasado, no serán replantados porque "presentan deficientes características fitosanitarias o por ser técnicamente inviable su trasplante", según Sepúlveda.

El director de Patrimonio Verde explica que el medio en el que están plantados es "hostil" para ellos, que reciben golpes, podas y contaminación.

Santín no da mucho crédito a estas afirmaciones. "El recurso del árbol enfermo ahorra mucho dinero al Ayuntamiento. Trasplantar un árbol es caro. En la M-30 dicen que por encima del 70% están enfermos", explica. Y apostilla: "Después dicen que no están enfermos y al final lo que hacen es cargarse 30 años de historia".

Mariano Sánchez García, presidente de la Asociación Arbórea Española, mantiene una postura diferente. Él afirma que hay demasiados árboles en Madrid, que están muy próximos entre sí y se molestan unos a otros a la hora de crecer. "En Madrid sobran árboles", afirma. "Debería haber menos cantidad y más calidad. No es tan grave que talen árboles que quizá no estén en tan buen estado de conservación", piensa.

Para este conservador, peor que la tala fue la poda indiscriminada que se hacía en la capital en la década de los ochenta. "Eran podas criminales, yo creo que hasta subían las alergias a la gente", recuerda.

En el barrio del Pilar, uno de los primeros lugares donde se empezaron a quitar árboles, los vecinos asisten incrédulos a la situación. "A la gente le cuesta salir a la calle", dice Vicente Burillo, de la asociación de vecinos del barrio. "En la calle de Monforte de Lemos [por debajo de la cual discurre el proyecto de soterramiento de la M-30 en esta zona] han talado mucho. Nos dicen que luego los van a plantar otra vez y lo van a dejar todo como estaba, pero, ¿cómo van a crecer sobre una losa de hormigón, aunque le pongan una capa de medio metro de tierra?", se pregunta. "No nos quieren escuchar, no podemos interpelar al concejal del distrito porque dicen que no es un tema de la junta municipal".

Las cifras de la polémica

El número de árboles talados en Madrid difiere según quién facilite las cifras. Pero en lo que están todos de acuerdo es que las zonas más afectadas son aquellas en las que se están realizando las obras de la M-30.

El Ayuntamiento admite 8.981. Las mayores pérdidas se dan en el nudo de Conde de Casal y la A-3, donde desaparecerán 1.264 árboles y otros 442 serán trasplantados. En el futuro túnel sur, la cantidad total de unidades suprimidas es de 1.226, a los que hay que sumar otros 1.056 que se trasplantarán. Y en la avenida de la Ilustración, en un futuro próximo, 1.206 ejemplares serán cortados por las obras de la M-30.

Las cifras socialistas sobre lo sucedido en estas zonas difieren.Los socialistas afirman que durante el mandato de Gallardón se han eliminado en total 22.130 unidades en todo Madrid. De éstas, 11.813 fueron taladas por motivos ajenos a las obras de remodelación de la M-30 y las otras 10.317 se cortarán durante la reforma de la vía de circunvalación.

Entre todas las talas, el PSOE destaca los 2.000 árboles eliminados en los enlaces de la M-30 con las autovías A-1, A-2 y A-3.

Además de estas superficies, las zonas más afectadas por el corte masivo de árboles son: el este de la ciudad y los terrenos sobre los que se construye el bypass sur. En estos espacios se suprimirán 1.500 árboles, según denuncian los socialistas.

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