La policía aplica la ley antiterrorista a dos detenidos en el sur de Londres
La policía británica ha detenido a dos personas durante la operación de caza y captura de los cuatro sospechosos de los atentados fallidos del jueves contra tres estaciones de metro y un autobús, calcados a los ataques que el 7 de julio provocaron 52 muertos además de los cuatro suicidas. Los arrestos tuvieron lugar el viernes, según informó ayer Scotland Yard, en una vivienda que estaba siendo sometida a vigilancia en el sur de Londres, la misma de la que salió el hombre que fue abatido por la policía por error.
Los agentes no han proporcionado dato alguno sobre los dos detenidos, salvo que se les ha aplicado la legislación antiterrorista que permite retener a los sospechosos durante 14 días (la policía quiere que el Gobierno amplíe el plazo a tres meses) antes de presentar cargos, y que están siendo interrogados dentro de la operación para localizar a los autores de los ataques fallidos, que han sumido a Londres en una sensación de constante inquietud.
Varios vecinos del bloque donde se produjeron las detenciones, situado en la zona de Stockwell, un barrio desfavorecido del sur de Londres cercano a Brixton, aseguraron que uno de ellos es un musulmán de origen etíope y que la policía se lo llevó junto a su mujer y a su hijo de corta edad, posteriormente liberados.
"Fue un momento muy terrorífico, con agentes armados por todas partes gritando", relató un testigo. Efectivos de la policía científica seguían ayer llevando a cabo un minucioso registro del apartamento. Por otra parte, un hombre de 29 años, detenido desde el martes 12 de julio en Beeston, el barrio de Leeds del que provenían tres de los cuatro suicidas del 7-J, fue liberado el viernes sin cargos.
Colaboración ciudadana
Tras difundir el viernes las imágenes de los cuatro sospechosos de intentar provocar una masacre en Londres, el jefe de operaciones especiales de Scotland Yard, Andy Hayman, hizo un llamamiento a la colaboración ciudadana: la policía metropolitana había recibido ayer 400 llamadas relacionadas con el caso que estaban siendo investigadas.
La segunda jornada de la mayor operación de busca y captura en el Reino Unido de los últimos años también estuvo marcada por las falsas alarmas y los rumores. Una estación de metro del este de Londres, cerca del barrio financiero de la ciudad, fue evacuada después de que un pasajero creyese detectar un olor a humo, mientras que se produjo una intervención policial en un parque del oeste de la capital británica por un paquete sospechoso.
Los temores sobre los efectos negativos que esta oleada de ataques tendrá sobre el turismo parecen fundados: el Inter de Milan anunció ayer que anulaba la gira que tenía prevista por el Reino Unido. "Estoy seguro de que los terroristas estarán muy contentos de esta decisión", protestó el alcalde de Londres, Ken Linvingstone, tras conocer la noticia.
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