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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Homero en las Indias

Javier Vallejo

A propósito de su versión teatral de la Odisea, Derek Walcott cuenta que Santa Lucía, la isla donde nació, es llamada por sus pescadores La Helena de Troya de las Antillas. ¿Por qué? Porque cambió de manos 14 veces en siglo y medio: franceses e ingleses se la disputaron sin escatimar sangre. Las mismas historias se repiten en lugares distintos. Esta Odisea, subtitulada Una historia épica entre el Caribe y el Mediterráneo, nada como pez entre dos aguas. Se estrena el 28 de julio en el Festival de Mérida, con un reparto de actores españoles, italianos y antillanos, encabezados por Antonio Valero, Giovanna Bozzolo y Lucía Bosé, y una steelband, que acuna las peripecias de Ulises con música de tierra caliente.

La versión de Walcott, de tres horas, sigue fielmente el modelo y le da un aire atemporal. Su Ulises tiene rasgos de corsario: Menelao le llama "salteador de ciudades". A base de rapiña, "se está asegurando la vejez", ironiza uno de sus marinos. Nausícaa es una joven descarada; Polifemo, el cíclope, una mezcla de dictador bananero, gran hermano y ojo de Dios, apacentando su rebaño: "En este reino, no hay ideas", sentencia, mientras se merienda a un par de hombres. Antinoo, pretendiente favorito de Penélope, es un descreído en una corte posmoderna: "No hay dioses, los hemos expulsado a todos", dice. Pero haberlos, hailos. Atenea, protectora de la agricultura, y de Ulises en su periplo, tiene un papel destacado, y a veces se la llama Mama de l'Eau, o Mama Dlo, en dialecto francocriollo: esta diosa es mujer de cintura para arriba y serpiente un poquito más abajo. Walcott (Castries, 1930), descendiente de blancos y de negras a sangres iguales, utiliza como sinónimos los nombres de ambas diosas, y los de Zeus y Changó. Para coser el relato, crea la figura de Billy Blue, reencarnación de Homero en cuerpo de bluesman. Walcott escribió esta Odisea para responder a un encargo de la Royal Shakespeare Company, después de haber recibido el Nobel de Literatura por toda su obra, en la que destaca Omeros, un poema monumental sobre pescadores antillanos bautizados con nombres de héroes griegos. La versión original se estrenó en Stratford en 1992. La que se presenta en Mérida, coproducida por el festival de Ortigia (Italia), donde se estrenó hace diez días, es bilingüe: los cuatro intérpretes antillanos hablan en inglés y el resto, en español. Lucía Bosé interpreta un papel alegórico, especialmente escrito para ella.

En el contexto caribeño, las

peripecias de Ulises encuentran correspondencia en las de François Le Clerc, corsario francés que estableció una base en Santa Lucía para rapiñar Puerto Rico y La Española, y que de regreso a Europa arrasó Santa Cruz de La Palma. También la vida de Walcott está llena de viajes, y no falta de mujeres: pronto comenzó a saltar de isla en isla, buscando su sitio. Estudió en Jamaica, ejerció el periodismo en Granada, y la crítica en Trinidad, donde fundó el Little Carib Theatre Workshop. Allí echó raíces, y las levantó para dar clases en la Universidad de Boston. Su obra teatral ha crecido en paralelo a la poética, pero es escasamente conocida fuera del mundo anglosajón. El estreno en 1950 de Henri Christophe, su segunda pieza, fue un acontecimiento. Escrita en verso, narra con aliento de autor isabelino la ascensión y la trágica caída de Henri I, esclavo liberto combatiente en las guerras de independencia de Estados Unidos y de Haití, en cuya mitad norte reinó durante 14 años: escapó del linchamiento suicidándose. El teatro de Walcott expone el conflicto entre el dominio cultural europeo y las pulsiones de los caribeños negros, y reivindica el potencial dramático de sus leyendas, su música y sus danzas. Dream on Monkey Mountain, su pieza más conocida, encargo de la Royal Shakespeare, se estrenó en Toronto y en Nueva York. Entre los músicos con los que ha trabajado destaca Galt McDermott, con quien elaboró una adaptación de El burlador de Sevilla y Oh, Babilon!, retrato de los rastafaris jamaicanos durante la era de Haile Selassie. La banda sonora de la Odisea, interpretada en vivo por un sexteto (cuerda, percusión y voz), es de Gene Lawrence, y la dirección escénica, del propio Walcott.

Odisea. Festival de Mérida. Del 28 de julio al 8 de agosto.

Antonio Valero y Nathalie La Porte, en 'Odisea', de Derek Walcott.
Antonio Valero y Nathalie La Porte, en 'Odisea', de Derek Walcott.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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