Agravios comparativos
El 31 de diciembre de 2003, junto con más de 500 militares de complemento y de tropa, por aplica-
ción de una ley retroactiva, nos echaron del Ejército. Un compañero, el capitán Miguel Ángel Franco, recurrió y solicitó una ampliación de compromiso. El Ministerio de Defensa no le contestó en forma y plazo, por lo que se aplicó el silencio administrativo positivo. Nuestro compañero nos facilitó todos los escritos que hizo y procedimos a seguir los mismos pasos. Alguien del Ministerio de Defensa ordenó a los cuarteles generales que paralizasen la resolución de nuestros recursos y, como consecuencia de ello, se produjo la misma situación que con el capitán Franco; pero lo que para él significó su vuelta al Ejército, para nosotros ha supuesto seguir en el paro. No entendemos cómo se pueden producir estos agravios comparativos y tratar de forma tan diferente situaciones idénticas. El diputado del PP señor Campoy insinuó en la Comisión de Defensa del Congreso que el PSOE pretendía pagar los "servicios prestados" al citado capitán, portavoz en su día de la Unión de Militares Temporales. Yo creo, más bien, lo contrario: que alguien trata de torpedear desde dentro la gestión del nuevo equipo directivo del Ministerio de Defensa para dar la razón al PP.
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