"La Constitución equipara las varias opciones sexuales"
"Existen buenas razones jurídicas para sostener la plena adecuación de esta ley a la Constitución. Es verdad que el matrimonio quedó garantizado en el artículo 32 conforme a una 'imagen maestra' propia del momento constituyente, que incluía el principio 'heterosexual'. (...) Sucede, sin embargo, que la Constitución está inmersa en la corriente de la historia y pertenece, por lo tanto, a las generaciones vivas. En mi opinión, una interpretación acorde con la secularización y el antropocentrismo característicos de nuestros días, legitima las opciones de configuración libre de la convivencia afectiva y familiar a partir del principio de libre desarrollo de la personalidad y de la libre orientación sexual, en el marco de una plena exigencia de igualdad para las personas y los grupos, que no tolera discriminaciones".
"Por otro lado, la imagen de la institución [matrimonial] ha cambiado en los últimos años en España como en otros países, de tal manera que el principio heterosexual no forma ya parte de su contenido nuclear. Podría sostenerse incluso, respecto de la titularidad del derecho, que se ha producido una mutación constitucional que no es contraria a la Constitución, en tanto que el texto del precepto soporta esa hipótesis normativa".
Cámara cree que no es posible "ninguna" objeción de conciencia: "Los jueces y magistrados no pueden dejar de aplicar la ley (en caso contrario cometerían un delito). (...) No existe ningún derecho a la objeción de conciencia de alcaldes u otros responsables públicos y tampoco sería deducible del artículo 16 [libertad ideológica y religiosa], aunque un alcalde siempre podría delegar en un concejal".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.