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La sequía obliga a importar 14 millones de toneladas de cereales

El campo agrava la dependencia ganadera de las materias primas del exterior

España necesita importar esta campaña unos 14 millones de toneladas de cereales y pienso, tanto para la alimentación humana como para la de los animales, como consecuencia de la mala cosecha provocada por la sequía. A esta cifra se suman los siete millones de toneladas que se importan cada año en granos y tortas de semillas oleaginosas, y especialmente de soja. Se calcula que el 50% de las materias primas de las cabañas procederá del exterior.

Esta situación podría aumentar si, con la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), hay un abandono de cultivos por el sistema de pagos desacoplados. En la última década se ha producido un fuerte aumento de las producciones cerealistas que, salvo situaciones excepcionales por la sequía, pasaron de unas medias de 17 millones de toneladas a 18 millones, a unos 22 millones.

Sin embargo, frente a esta mejora en las cosechas agrícolas, se ha producido un fuerte aumento de las producciones ganaderas, lo que ha supuesto disparar la demanda de materias primas para la alimentación del porcino, la avicultura y el vacuno en cebaderos.

Según los datos manejados por la Administración, el consumo aparente medio de cereales en España se sitúa en unos 30 millones de toneladas. De esta cifra, unos 18,3 millones de toneladas corresponden a la alimentación animal, a las que se suman otros 3,5 millones de cereales utilizados en la propia explotación. Para el consumo humano, la demanda se cifra en 4,3 millones de toneladas, a las que se suman otros 2,3 millones para usos industriales, sobre todo para la producción de cerveza.

En condiciones normales, la importación de cereales se eleva a unos ocho millones de toneladas, procedentes tanto de los países comunitarios, que aumentan cada año su peso en el mercado español, como de terceros países.

Esta campaña, ante la existencia de una campaña bajo mínimos de sólo unos 15 millones de toneladas entre cereales de invierno y de verano, el sector ganadero ha reclamado la importación de otros seis millones de cereales en condiciones ventajosas para asegurar el abastecimiento adecuado de las cabañas y evitar ajustes en las mismas.

A la vista de esta situación, durante las últimas semanas España ha planteado sus demandas en Bruselas para abrir durante toda la campaña la posibilidad de comprar cereales en otros países comunitarios en unas condiciones de precios que rebajen la tensión de los mercados.

La primera decisión comunitaria a finales de junio fue dar luz verde a la licitación de 500.000 toneladas de los organismos de intervención de varios cereales, donde destacan 100.000 toneladas de maíz y 200.000 toneladas de trigo blando de Hungría, otras 100.000 toneladas de maíz eslovaco y 100.000 toneladas de cebada alemana.

A esta cifra se sumarán otras 778.865 toneladas de maíz, de las que 500.000 serán húngaras; 116.000, austriacas; 99.000, polacas; 54.000 toneladas, francesas, y 100.000 toneladas, alemanas.

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