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El G-8 pacta incrementar la ayuda a África hasta 42.000 millones anuales para 2010

George W. Bush se arroga la mayoría de los acuerdos y cancela la rueda de prensa prevista

El primer ministro británico, Tony Blair, hizo firmar a cada uno de los jefes de Estado y de Gobierno del G-8 (EE UU, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Rusia), por primera vez en la historia de estas cumbres, un ejemplar de los acuerdos alcanzados, prácticamente un libro que supera las 100 páginas, entre los que destaca el incremento de la ayuda a África en 20.000 millones de euros hasta llegar a 42.000 millones anuales en 2010, y la cancelación de la deuda a 18 países por valor de 33.000 millones de euros.

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En materia de cambio climático, se relanzará la negociación en noviembre. Blair admitió ayer que los pactos no se alcanzarán por figurar en el comunicado sino que ahora hay que cumplir los acuerdos.

La puesta en escena del comunicado final fue estudiada como si se tratara de un estudio de Hollywood. Blair apareció arropado por sus colegas del G-8, el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, y el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato. Leyó un comunicado final a modo de resumen del libro acordado y estampó su firma sobre él.

Si bien cada uno de los jefes de Estado y Gobierno intentaron en sus conferencias de prensa arrimar el agua a su molino, quien batió el récord de autocomplacencia fue George W. Bush. El presidente norteamericano hizo difundir su versión de los acuerdos y canceló la rueda de prensa prevista. Bush, según informaron fuentes de la Casa Blanca, pensaba hablar con la prensa norteamericana a bordo del avión Air Force One, de regreso a casa. La versión de esta cumbre, según el comunicado de la Casa Blanca, es que en la mayoría de los asuntos fue Bush quien llevó la batuta y, a lo sumo, admite compartir estrellato con Tony Blair.

Los acuerdos alcanzados superan los dos grandes temas propuestos por Blair: ayuda al desarrollo de los países pobres, y dentro de ellos a África, y cambio climático. Se han adoptado, además, resoluciones que reflejan el impacto de los atentados terroristas de Londres, como un manifiesto de "contraterrorismo"; Irak; no proliferación de armas de destrucción masiva; el proceso de paz de Oriente Próximo, con la asignación de 2.500 millones de euros para la construcción de infraestructuras en Palestina, según había solicitado James Wolfenshon, enviado a Gaza y Cisjordania; gobernanza e instituciones; el plan para el Amplio Oriente Próximo, y la eliminación de los subsidios agrícolas por los países ricos.

Blair admitió, al presentar las resoluciones, que nunca se puede conseguir en política todo lo que uno quiere. Si bien no iba a poner "sobreprecio" a lo que se había pactado, tampoco estaba por la labor de "infravalorar" lo que él y su ministro de Finanzas, Gordon Brown, a quien agradeció de manera solemne por su trabajo, habían conseguido. Según destacó, el incremento de la ayuda a África en 20.000 millones de euros anuales hasta llegar en 42.000 millones de euros anuales es un avance. También subrayó la cancelación del 100% de la deuda de 33.000 millones que mantienen 18 países (14 del África Subsahariana) con los organismos multilaterales de crédito.

Blair hizo una presentación confusa de todas esta cifras. Dijo que la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico prevé que la ayuda a los países en desarrollo aumentará en 42.000 millones de euros anuales hasta 2010, de los cuales, dijo, habrá 20.000 millones de euros extra cada año para África. Lo único concreto son los 25.000 millones comprometidos.

El primer ministro británico reconoció, también, que en materia de subsidios agrícolas que aplican los países ricos le hubiera gustado fijar el 2010 como la fecha de su liquidación. Sin embargo, el acuerdo adoptado es genérico, sin fecha. Por último, Blair explicó que en materia de cambio climático se ha conseguido replantear la posición con vistas a la negociación de un futuro acuerdo "post protocolo de Kyoto" con el fin de incluir a EE UU, China e India.

De izquierda a derecha, George W. Bush, Jacques Chirac, Tony Blair, Vladímir Putin y Gerhard Schröder, ayer en Gleneagles.
De izquierda a derecha, George W. Bush, Jacques Chirac, Tony Blair, Vladímir Putin y Gerhard Schröder, ayer en Gleneagles.ASSOCIATED PRESS

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