Cita con la vida

La guerra y la posguerra española sirven de telón de fondo a dos de las novelas: Noche de alacranes, de Alfredo Gómez Cerdá (SM), y Cielo abajo, de Fernando Marías (Anaya). La primera se centra en un personaje femenino, Delgadina, una muchacha que llegó a ser un nombre mítico del maquis, que ya mayor regresa a su tierra después del exilio y rememora su auténtica historia: la de una joven enamorada que arriesga todo por defender al chico -del otro bando- que ama. La segunda, ambientada en el Madrid bombardeado de la Guerra Civil, aborda el sueño de un muchacho que quiere ser aviador, a la vez que rinde homenaje al ideal republicano y al papel de la mujer, tan escasamente conocido, en el primer tercio del siglo XX. Por otra parte, el Premio Edebé, Los dueños del paraíso, de Andreu Martín, es un entretenido artefacto narrativo en el que una pareja de estudiantes, que escriben una novela sobre la conquista de América para demostrar que aquello no fue, precisamente, "una verbena", se van complicando en otro tipo de conquista personal... Finalmente, El príncipe de las carcomas, de José A. Ramírez Lozano (Everest), es un relato filosófico y muy inquietante, ambientado en la Italia del XIX, y protagonizado por un príncipe enfermizo y loco, empeñado en la búsqueda de la razón. Su peculiar sistema para alcanzar el auténtico conocimiento consiste en construir una interminable cadena de fichas de dominó, una obsesión que acabará con sus bienes y con su propia vida.

Además de estas cuatro buenas novelas, recomendamos el último lanzamiento de SM: tres bibliotecas de autor (con el título Los libros de...), en las que se agruparán obras de tres autores de éxito entre los jóvenes: el ya citado Alfredo Gómez Cerdá (Soles negros, Con los ojos cerrados y Sin máscara), César Mallorquí (El viajero perdido, La catedral y La mansión Dax) y Jordi Sierra i Fabra, que acaba de ser elegido como candidato español a los Premios Andersen 2006 (Fuera de juego, Rabia y Malas tierras). Una oportunidad de recuperar títulos de unos autores que nunca defraudan a sus lectores, porque han sabido encontrar el tono de una narrativa que llega a los jóvenes, sin renunciar a la calidad de las buenas historias.