Repartir culpas

Como periodista entiendo la dificultad de resumir en titulares el contenido de una información compleja... pero sin llegar al extremo de cargar a uno solo el "debe" de todos. Para los Juegos del Mediterráneo, la Junta de Andalucía se comprometió con Almería en una serie de proyectos a través de un documento que, lamentablemente, no quiso suscribir la Administración central. Por este motivo quedaron en "papel mojado" algunas de las actuaciones mencionadas en el cuadernillo especial del 20 de junio [editado por este periódico]. Empezando por la autovía del Mediterráneo, competencia del Ministerio de Fomento, que no puso en servicio ni un metro entre Adra y Motril en ocho años de gobierno popular, o el desdoblamiento urbano de la N-340, también del Ministerio y que todavía no dispone de todos los terrenos que debía gestionar el Ayuntamiento.

En este capítulo de retrasos ajenos habría que incluir las expropiaciones para el acceso a la Universidad (Diputación-Ayuntamiento) o la prolongación Viator-Almería (A-92) que el PP rechazó de plano y ahora exige para ayer. Sobre el acceso a Roquetas, la Junta planteó mejorar el enlace del Parador, pero Fomento dejó pasar dos años sin dar la respuesta preceptiva. Remodelaciones urbanas como la de Puche-centro han agotado décadas de tramitación en el Ayuntamiento y el centro para transporte de mercancías sigue huérfano de iniciativa municipal. En cuanto a la integración urbana del ferrocarril, la Junta de Andalucía siempre ha mantenido un firme respaldo al soterramiento hasta el puerto, al margen del desencuentro alternativo Ministerio-Ayuntamiento, y es la única que ha invertido, hasta la fecha, en el plan especial para ordenar los terrenos de Renfe.