Las bolsas europeas se desploman pero moderan sus pérdidas al cierre de la sesión

Los mercados de valores europeos reaccionaron con pánico vendedor a las primeras noticias sobre la cadena de atentados que ayer golpeó la City londinense. El índice FTSE-100, principal índice de la Bolsa de Londres, llegó a perder 207,5 puntos, un 3,96%, en una pendiente por la que también se deslizaron las demás plazas. El Ibex 35 español llegó a ceder 432,3 puntos, un 4,4% respecto a su cierre anterior; el CAC 40 parisino descendió 190,68 puntos, un 4,45%; el DAX alemán perdió un 3,69%, 170,55 puntos. Sin embargo, a partir de las 12.30 hora continental europea, aproximadamente, tras la primera comparecencia pública de Tony Blair, primer ministro británico, en la que reconocía que Londres había sufrido un atentado terrorista vinculado a la cumbre del G-8

-que ayer congregó en la localidad escocesa de Gleneagle a los jefes de Estado de los siete países más ricos del mundo, más Rusia-, todos los mercados iniciaron una remontada que permitió recortar las pérdidas.

Tras la confusión inicial, las bolsas reaccionaron positivamente a lo que Óscar García, director de Inversión de Crédit Agricole Assets Management, calificó de "buena gestión de la crisis por parte del Gobierno británico". Y es que las fuertes caídas de los primeros momentos se vieron acentuadas porque, en un principio, se pensó que las explosiones estaban ligadas a la elección de Londres como sede de los Juegos Olímpicos de 2012. "Ello implicaría que los terroristas tienen una capacidad de reacción, de organización logística, de inmediatez, que no tienen ni siquiera los ejércitos", señalaba ayer un operador. Por el contrario, el hecho de que los atentados fueran una reacción a la reunión del G-8, o incluso un castigo por el apoyo que Blair prestó a la Administración de George W. Bush para emprender la guerra en Irak, se hizo más digerible para los mercados. Al final de la jornada, Londres cerró con una caída del 1,36%, hasta 5.158,3 puntos; el Ibex 35 se colocó en 9.644,4 puntos, con un retroceso del 1,91%; el CAC 40 se anotó un descenso del 1,85%, en 4.220,62 puntos; y el DAX alemán bajó un 1,85%, hasta 4.530,18 puntos.

Wall Street, por el contrario, se benefició del desfase horario con el Viejo Continente y se ahorró el pánico vendedor que sufrieron las bolsas europeas. Tras abrir con pérdidas, los mercados estadounidenses enfilaban el cierre de la sesión con ganancias. El Dow Jones subía un 0,15%, hasta 10.285,71 puntos, el Standard & Poor's 500 ganaba un 0,06%, hasta 1.195,71 puntos, mientras Nasdaq subía un 0,19%, hasta 2.072,6 puntos. "Los atentados contra objetivos no estadounidenses han tenido un impacto muy pequeño en los mercados de Estados Unidos", señalaba ayer el analista de Smith Barney, Tobias Levkovich.

Los mercados de petróleo, sin embargo, tocaron máximos antes de caer después de las explosiones londinenses, reacción debida a la experiencia del 11-S. El barril de crudo en Nueva York tocó un récord de 62,1 dólares para luego descender hasta 59,35 dólares. En Londres, el Brent, crudo de referencia en Europa cedió hasta los 58,14 dólares, tras haber alcanzado el máximo histórico de 60,7 dólares. Tras los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, el crudo subió más de un dólar en los días posteriores, para luego retroceder hasta finales de 2001 como consecuencia de la contracción de los viajes y la ralentización económica. De hecho, los sectores de ocio y hostelería, transporte y seguros fueron los que acusaron las mayores caídas en Bolsa. La libra cayó hasta 1,7431 dólares, el mínimo del último año y medio frente a la divisa estadounidense. El oro y el franco suizo, dos tradicionales activos refugio, subieron. La onza de metal ganó 4,3 dólares, hasta 428,8.