Indolencias andaluzas
Parece que no se jactan de decirnos a los andaluces desde antaño vagos, flojos, etcétera, y ahora nos dicen indolentes. No quieran acordarse aquellos que nos lo dicen de quienes tuvimos que emigrar a otras, entonces denominadas regiones o al extranjero, y con ello contribuimos al desarrollo del Estado español, el éxodo de andaluces, extremeños y gallegos fue descomunal y que se ha dado en llamar el milagro español. Esto en los años cincuenta, sesenta o setenta. Todo ello con salarios muy mal pagados, como mano de obra barata. Vamos, lo que ahora hacen los empresarios autóctonos con los emigrantes que nos llegan de fuera para abaratar los salarios y ahorrarse de paso impuestos o las tasas de la Seguridad Social.
Ahora, el PP-A y PSOE-A nos niegan lo que los andaluces votaron el 28 de febrero de 1980 con una abrumadora participación aunque se empeñen en decirnos lo de Almería. Andalucía, aunque no le guste a Manuel Chaves, a Arenas o a cualquier otro desmemoriado intencionado de la historia, existía antes de que la travestida Castilla, la de la Bardulia, se infundara los ropajes de Al-Ándalus para después despojarse de ellos a lo largo de los siglos por racista y xenófoba, la Castilla, claro está.
Andalucía es una nación. La indolencia no es de los andaluces, sino de sus gobernantes del PP-A y PSOE-A. Si se otorga esta denominación a catalanes, vascos y gallegos ¿por qué los andaluces vamos a ser menos.
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