Una multitudinaria marcha celebra en Madrid la igualdad de derechos para los homosexuales

Una multitudinaria marcha celebró ayer en Madrid la igualdad de derechos para los homosexuales. Más de 250.000 personas según cálculos de este periódico (dos millones según los organizadores y 97.000 de acuerdo con la policía) se manifestaron con motivo del Día del Orgullo Gay. La marcha tenía un doble objetivo: celebrar la ley que permite que gays y lesbianas se casen y que hoy entra en vigor, y pedir una norma que facilite que los transexuales adecúen sus datos en el Registro Civil. Muchos de los participantes respondían con su presencia a la manifestación que, contra el matrimonio homosexual, se celebró el 18 de junio el Foro Español de la Familia.

Por primera vez desde que en 1977 empezaron a celebrarse en España manifestaciones por los derechos de lesbianas, gays y transexuales un miembro del Ejecutivo acudió al acto. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, ocupó el puesto central de la pancarta de cabecera, flanqueada por el secretario de Políticas Sociales del PSOE, Pedro Zerolo; el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares. La ministra se refirió a los que están en contra de la ley: "No hace falta un referéndum; el referéndum ya está hecho en el Parlamento", afirmó en una pausa del recorrido. "No se gobierna con la moral sino con la mayoría, que es como se ha decidido esta ley. Ha llegado el momento de las libertades y de la apuesta por la libertad sexual de todos los hombres y mujeres", remachó.

"Nuestras familias también importan", se leía en algunas de las pancartas

La representación política y sindical fue nutrida. Por el PSOE estuvieron además de su presidente madrileño, Rafael Simancas, la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez. A Llamazares le acompañaba la concejal Inés Sabanés, de IU. También estaban representados UGT, CC OO, ICV, Los Verdes, ERC y PNV. "Es la manifestación del orgullo progresista, librepensador, democrático y plural", dijo Llamazares.

El recorrido de la marcha se hizo a buen paso, y a las siete y media la cabecera ya había llegado a la Plaza de Colón. Pero en ese momento las carrozas del final del la movilización (unas 25) estaban llegando al punto de partida, en la plaza de Cibeles. Tras la primera pancarta, otras dos, portadas por representantes de numerosas asociaciones ciudadanas que apoyaban la convocatoria, indicaban que se trataba de una marcha de Orgullo Ciudadano.

Aparte de las representaciones institucionales, numerosas personas llevaban pancartas alusivas no sólo a los derechos gays. "Teníamos que defendernos de todo lo que nos han dicho estas semanas", decía una señora de 54 años que llevaba una pancarta con el lema "Se va a acabar la dictadura episcopal". Otras proclamaban: "Nuestras familias también importan", en referencia al lema de la marcha del Foro de la Familia (La familia sí importa); o "Nuestros hijos también van a la escuela"; "Concordia sí, concordato no"; "Si yo soy libre, tú también".

Ante la imposibilidad de que la cola de la manifestación llegara a tiempo, la organización adelantó la lectura del manifiesto. Como otros años, se encargaron de hacerla representantes de los grupos: la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Trasexuales, Beatriz Gimeno; el presidente del Colectivo de Gays, Lesbianas y Transexuales de Madrid, Arnaldo Gancedo; y la presidenta de Transexualia, Juana Ramos. En él, aparte de felicitarse por lo conseguido, se recordaban los retos pendientes: la ley de Identidad de Género, y se pedía una sociedad laica. "Sólo cuando consigamos la igualdad real, lesbianas, gays y transexuales tendremos garantizado el derecho al pleno desarrollo de nuestra personalidad", decía.