El DiBa celebra la "democratización" del cine gracias a la tecnología digital
El festival nace en Barcelona apadrinado por Arturo Ripstein
El Digital Barcelona Film Festival (DiBa) nace hoy en la capital catalana con una ambición muy clara: celebrar la "democratización" del cine gracias al auge de la tecnología digital, fácil y barata. Así lo explicita Alexis Borràs, del equipo directivo del certamen, que, en su primera edición, proyectará hasta el próximo domingo una cincuentena de producciones, todas ellas rodadas en formato digital, de las cuales ocho a concurso.
Aunque el DiBa (www.dibafestival.com) se presenta como "una fiesta, más que como un festival de alfombra roja", según Montserrat Martí, otro miembro de la dirección, no rehúye la presencia de personalidades del mundo del cine que se han significado por usar cámaras digitales. Para apadrinar su bautismo, ha recurrido al cineasta mexicano Arturo Ripstein, del que se ofrecerá una pequeña retrospectiva que incluye los tres títulos filmados por él en digital: Así es la vida (2000), La perdición de los hombres (2000) y La Virgen de la lujuria (2002).
Una de las iniciativas más singulares del festival y que mejor ilustran su carácter experimental al tiempo que participativo es el apartado DiBa Express, una invitación a profesionales y aficionados a realizar un cortometraje durante los tres días del evento, con las únicas condiciones de que, aparte de estar rodados en digital, las películas traten sobre el tema genérico Señales y duren menos de seis minutos. Los directores Juanma Bajo Ulloa (Alas de mariposa, La madre muerta) y Julio Wallovits (Smooking room) se han inscrito en este proyecto, y el próximo domingo por la tarde presentarán sus filmes.
Entre las secciones no competitivas, encontramos un homenaje al movimiento Dogma con motivo del décimo aniversario de su nacimiento y, sobre todo, una curiosidad: el apartado dedicado a la producción cinematográfica de Nollywood -es el nombre que recibe la industria del cine de Nigeria, la tercera en número de películas (realizadas en vídeo, en menos de una semana y con bajísimo presupuesto) después de Bollywood (India) y Hollywood (Estados Unidos)-, que demuestra, dice Néstor Domènech, de la organización del DiBa, "que el cine digital está provocando una verdadera revolución industrial".
El DiBa -que se celebra en diversas sedes de la ciudad, en salas cerradas y al aire libre- persigue convertirse, explica Montserrat Martí, en "reflejo" de la producción digital, "que abarca desde el cine profesional de grandes firmas hasta el doméstico". Por ello, el festival desecha la clasificación en géneros convencionales o metrajes. Y está abierto tanto a productos de puro consumo como a cintas independientes y piezas de videoarte. En él cabe desde Wim Wenders y Abbas Kiarostami a Javier Cárdenas.
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