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Los conductores de los autobuses de Vizcaya reclaman más protección

El paro deja sin transporte ni servicios mínimos a 175.000 personas

Cerca de 175.000 vizcaínos se quedaron ayer sin autobús por la huelga en las líneas urbanas de Bilbao y las principales interurbanas del territorio. Los más de 1.600 trabajadores de las tres empresas que cubren estos servicios protestaron de esa forma por el apuñalamiento de un conductor en la mañana del lunes en Sestao. Un portavoz sindical instó a que se tomen con urgencia mayores medidas de protección.

El paro de 24 horas impulsado de forma urgente por TCSA, encargada del servicio de autobuses públicos en Bilbao y en toda el área metropolitana, fue secundado además por las plantillas de las empresas Encartaciones, que cubre esta comarca y la Zona Minera, y Vascongada de Autobuses, que se encarga de la zona costera. Sólo los viajeros de Pesa (Lea Artibai, Duranguesado y valle de Arratia), que realizó un paro de una hora entre las 11.00 y las 12.00, pudieron transitar, mientras que Euskotren, que presta servicio en la zona de Getxo y entre la Margen Izquierda y la UPV, funcionó con normalidad.

En Bilbao casi 94.000 personas usan el Bilbobus cada día laborable mientras que en las líneas de TCSA, Encartaciones y Vascongada, el número de usuarios rebasa los 80.000 diarios.

El paro fue "total" entre los convocantes, según aseguró Pedro Angulo, responsable de UGT. El Ayuntamiento y la Diputación, las instituciones responsables de Bilbobus y Bizkaibus, no ofrecieron ningún dato sobre la incidencia.

Angulo señaló que otro conductor fue amenazado el sábado con un cuchillo, "pero había otros compañeros y los agresores se marcharon". El trabajador herido grave anteayer recibió varias puñaladas en el pecho propinadas por dos desconocidos, aunque su estado ha mejorado. Angulo señaló que hoy se espera que sea trasladado a planta desde la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Cruces.

"Hay que tomar medidas ya. Esto hay que cortarlo", recalcó el responsable de UGT tras la concentración que los trabajadores realizaron ante dicho centro sanitario. Aseguró que la implantación de cabinas protectoras para los conductores podría ser una solución, aunque delegó en las empresas las medidas de protección. "Vamos a esperar a que actúen, porque sabemos que no se hace de la noche a la mañana", añadió.

Los partidos de la oposición exigieron también medidas. El PSE presentará una moción de urgencia en el pleno municipal de mañana para que se incluyan cabinas protectoras en las nuevas unidades de Bilbobus, mientras que el PP planteará en las Juntas Generales el establecimiento de medidas de protección, entre las que citó también las cabinas. El alcalde bilbaíno, Iñaki Azkuna, mostró su "sorpresa" ante el seguimiento del paro en Bilbobus: "Aunque sé que es el mismo comité de empresa, el agredido era un chófer de Bizkaibus".

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