Zapatero se compromete con las víctimas a un "final justo" de ETA

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ayer ante los representantes de las fundaciones de víctimas del terrorismo a lograr un "final justo" de ETA. El presidente les confesó que su principal objetivo es "acabar con el terrorismo", y les adelantó que no permanecerá "impasible" ante la "apertura del mínimo resquicio abierto para que este país se libre de la mayor lacra que permanece desde la instauración de la democracia".

Zapatero recibió ayer en La Moncloa a representantes de ocho fundaciones, dentro de la ronda de encuentros que mantiene para explicar a las distintas organizaciones de apoyo a las víctimas su política de lucha contra el terrorismo en el momento actual.

El presidente les aseguró que por la información de que dispone de los distintos servicios "se están produciendo cambios en el entorno de ETA", y les pidió que confiaran en la administración que él haga de esta situación. También les aseguró que, por el momento, no había ningún diálogo del Gobierno con la banda terrorista.

En este sentido, les prometió el logro de una "paz justa", en la que, si se abre un diálogo, no habrá cesiones políticas a la banda terrorista, y les avanzó su criterio de que "el mejor homenaje que se puede hacer a las víctimas de ETA es que no haya más y que la banda desaparezca". Ana Iríbar, de la Fundación Gregorio Ordóñez y viuda del ex teniente alcalde donostiarra, preguntó a Zapatero cómo puede pasarse de la incertidumbre a la esperanza. Este, impresionado, le dijo: "Con cautela, paciencia y esperanza".

La actitud de Zapatero originó una respuesta desigual. Cristina Cuesta, en nombre de la Fundación Miguel Ángel Blanco, expresó su preocupación porque el Gobierno no haya actuado contra el Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK en sus siglas en euskera) y por la resolución parlamentaria aprobada en mayo que promovió el Ejecutivo y plantea el final dialogado con ETA que, a su juicio, contradice el Pacto Antiterrorista. Zapatero respondió que "el Estado de derecho tiene su dinámica" y que "no hubo tiempo para proceder antes de las elecciones vascas contra el PCTV", y garantizó a los representantes de las fundaciones que "el Estado de derecho no baja la guardia".

En cuanto al diálogo con ETA, si abandona definitivamente las armas, el presidente aseguró que si se llega a producir, "no habrá cesiones políticas a la banda". Pero tanto Cuesta como Iribar reclamaron, también, que los presos de ETA no se beneficien de un final dialogado. "Las víctimas del terrorismo no queremos ser víctimas de la paz", dijo Cuesta.

En este punto, los representantes de las Fundaciones Fernando Buesa y Maite Torrano respaldaron la resolución parlamentaria de mayo, que calificaron de "heredera" del Pacto de Ajuria Enea, de enero de 1988. Dicho pacto propone, en su punto 10, la posibilidad de excarcelaciones de presos etarras si abandonan definitivamente el terrorismo. Fernando Loza, en nombre de ambas fundaciones, aseguró la "compatibilidad" entre el Pacto Antiterrorista y la resolución aprobada en mayo.

En lo que sí coincidieron las fundaciones fue en reclamar a Zapatero que intentara recomponer el consenso con el PP en materia de terrorismo. El presidente les garantizó que lo intentará con una próxima convocatoria del Pacto Antiterrorista.

La ronda finalizó con la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Maite Pagazaurtundua destacó su "pluralidad" y su papel administrativo como receptora de las inquietudes de todas las asociaciones por ser fruto de ese Pacto. Pidió a Zapatero que trabaje por "la unidad democrática frente al terrorismo y la superación de la crispación existente" en este momento.