El imán secuestrado por la CIA reaparece torturado en Egipto
La Fiscalía de Milán envía a Europol la orden de arresto contra 13 agentes de EE UU
La Fiscalía de Milán ha enviado a Europol y Eurojust las órdenes de arresto que emitió la semana pasada contra 13 estadounidenses, presuntos agentes de la CIA, acusados de secuestrar a un ciudadano egipcio en una calle milanesa y de trasladarle a El Cairo para sufrir interrogatorios y torturas. La comisión parlamentaria de control de los servicios secretos convocará en los próximos días a varios miembros del Gobierno para averiguar si la Administración italiana cooperó en el delito.
El paradero de la víctima, el imán Hasan Mustafá Osama Nasr, más conocido como Abu Omar, ya ha sido verificado. Permanece en la prisión de Al Tora, en El Cairo, y, según algunos miembros de su familia, que pueden visitarle periódicamente, su cuerpo muestra las consecuencias de más de dos meses de torturas cotidianas. Abu Omar fue secuestrado por el grupo estadounidense el 17 de febrero de 2003 y trasladado a Egipto, pasando por las bases militares de Aviano (Italia) y Manheim (Alemania), a bordo de un avión del club de béisbol Red Sox alquilado por la CIA.
El Gobierno egipcio reconoce haber recibido "a través de procedimientos extraordinarios" al prisionero, pero niega haberle torturado. Los familiares de Abu Omar dicen que éste fue sometido a largas sesiones de descargas eléctricas en los genitales y a otros tormentos durante sus primeras semanas de cárcel, y que a causa de ello padece incontinencia, insuficiencia renal y dificultades para caminar.
La orden de arresto europea emitida por la Fiscalía milanesa apunta sobre todo a Alemania, donde, según sospechan los investigadores, tenía su base el grupo de la CIA dedicado a realizar secuestros de presuntos colaboradores del terrorismo islamista. Sólo uno de los estadounidenses bajo búsqueda y captura, Robert Seldom Lady, nacido en Guatemala en 1954, veterano de la guerra sucia en Centroamérica, ex cónsul de Estados Unidos en Milán, tenía su residencia en Italia, donde sigue viviendo su mujer.
Las autoridades alemanas investigan a su vez otro secuestro cometido en su territorio, aparentemente por el mismo grupo de la CIA: la víctima resultó llamarse de forma parecida a un supuesto terrorista y, tras dos meses de cárcel y torturas en Afganistán, fue comprobada su inocencia y puesta en libertad.
Los investigadores milaneses, dirigidos por Armando Spataro, temen que los secuestradores se hayan refugiado ya en Estados Unidos. El diario Corriere della Sera indicó ayer que Spataro pensaba enviar esta semana una solicitud oficial de asistencia a las autoridades judiciales del Estado de Virginia, para verificar a quién correspondían dos números de teléfono a los que los presuntos miembros de la CIA llamaron repetidamente durante el secuestro y en los días siguientes. La sede central de la CIA está en Langley (Virginia). En anteriores casos de conflicto con Italia que implicaban a soldados o espías, la justicia estadounidense se negó a cooperar.
Enzo Bianco, dirigente de La Margarita (oposición de centro-izquierda), ex ministro del Interior y presidente de la comisión parlamentaria de control de los servicios secretos, declaró que el asunto era "gravísimo" y expresó su confianza en que el Gobierno italiano no hubiera sido informado previamente de los planes de la CIA. "Si hubieran tenido conocimiento previo, los responsables gubernamentales habrían incurrido en el delito de colaboración en secuestro de persona", dijo. Bianco anunció que la comisión convocaría al subsecretario de la Presidencia del Gobierno, Gianni Letta, al ministro de Defensa, Antonio Martino, y al ministro de Asuntos Exteriores, Gianfranco Fini.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Terrorismo internacional
- Abu Omar
- CIA
- Eurojust
- Cárceles secretas
- Europol
- Tortura
- Egipto
- Italia
- Servicios inteligencia
- Seguridad nacional
- Integridad personal
- Espionaje
- Secuestros
- Derechos humanos
- Estados Unidos
- Lucha antiterrorista
- Política exterior
- Europa occidental
- Unión Europea
- Sucesos
- Defensa
- Fuerzas seguridad
- Terrorismo
- Organizaciones internacionales