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EL FUTURO DE EUROPA | Los próximos socios

Los sondeos dan perdedor a Simeón en las elecciones búlgaras

Los socialistas apuestan por un Gobierno de unidad nacional para entrar en la UE

Guillermo Altares

Además de celebrarse en sábado en vez de en domingo, las elecciones de mañana en Bulgaria presentan características infrecuentes en el paisaje político europeo: un ex rey, Simeón Sajonia-Coburgo, está a punto de perder el puesto de primer ministro en un país donde las fuerzas políticas no sólo están de acuerdo en el objetivo del próximo Gobierno -que Bruselas no retrase el ingreso en la UE previsto para 2007-, sino también en el programa para cumplirlo.

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Todos los sondeos otorgan una mayoría relativa al Partido Socialista Búlgaro (BSP) por encima del centrista Movimiento Nacional Simeón II (MNSII), la plataforma con la que ex rey logró la victoria en 2001, sólo dos meses después de haber dejado su exilio en España.

La profunda crisis que sufre la Unión Europea tras el fracaso de la cumbre de Bruselas ha provocado enorme preocupación entre los políticos búlgaros, que temen que acabarán, junto a Rumania, por pagar los platos rotos con la aplicación de la súper-cláusula, de la que se habla mucho en Bulgaria estos días. Aunque Sofía y Bucarest firmaron el tratado de adhesión el pasado 25 de abril, esta disposición permite retrasar en un año, hasta 2008, el ingreso efectivo.

La solución es la formación de una gran coalición entre los principales partidos para llevar a cabo las reformas que exige Bruselas, sobre todo en el terreno de la justicia. "Queremos conseguir una mayoría suficiente; pero incluso en este caso vamos a ofrecer al resto de los partidos una coalición para tener un apoyo más amplio, tanto en el Gobierno como en la sociedad", aseguraba ayer Rumen Ovcharov, vicepresidente del BSP, en la sede del Partido Socialista en Sofía, poco antes de participar en el mitin de fin de campaña. Preguntado sobre un posible retraso en el ingreso, señaló: "No sé si sería desastroso, pero desde luego no sería agradable". El primer ministro Simeón Sajonia-Coburgo, que se ha prodigado muy poco en declaraciones durante la campaña, no ha cerrado la puerta a un Gobierno de unidad nacional, pero siempre que su movimiento lo lidere, aunque muchos analistas creen que podría renunciar a esa condición.

En cualquier caso, difícilmente los socialistas obtendrán la mayoría absoluta de 121 escaños, por lo que la coalición, pequeña o grande, será inevitable. El BSP, liderado por Sergei Stanishev, de 39 años, que se mueve en moto por Sofía, aparece sin corbata en los carteles electorales e intenta dar una imagen de modernidad y cambio -y también hacer olvidar el pasado comunista de su partido-, lograría entre un 38% y un 45% de los votos, mientras que Simeón II conseguiría entre un 22% y un 25%. El partido de la minoría turca (9% de los ocho millones de búlgaros) y la fuerza bisagra en anteriores Gobiernos, el Movimiento de los Derechos y las Libertades (MDL), obtendrían entre el 9% y el 11%. La derecha, que estalló en pedazos tras perder el poder en 2001, rozaría el 13%.

"En el mundo poscomunista es más fácil resucitar que ser reelegido", asegura el analista político Iván Krastev, del Centro de Estrategias Liberales, para explicar la pérdida de popularidad del ex monarca. Su Gobierno, integrado por jóvenes tecnócratas, logró un crecimiento sostenido del 4% anual, un descenso del paro del 18% hasta el 13% y una multiplicación por cinco de las inversiones extranjeras directas. "Simeón movilizó el voto de protesta, y mucha gente esperaba un milagro económico y no se ha conformado con las reformas", afirma Krastev. Con sueldos de unos 150 euros y pensiones en torno a los 40, muchos búlgaros siguen teniendo enormes problemas para llegar a fin de mes.

"Una coalición enviaría un mensaje muy positivo a Bruselas", dice el sociólogo Alexander Stoyanov, director del instituto de investigación Vitosha y del Centro de Estudios para la Democracia. Este profesor añade otro motivo para la propuesta socialista de un Gobierno de unidad nacional: "Los cambios en el sistema judicial que exige la UE requieren una reforma constitucional, que necesita los votos de dos tercios del Parlamento".

Simeón Sajonia-Coburgo, entre seguidores de su partido, ayer en Sofía.
Simeón Sajonia-Coburgo, entre seguidores de su partido, ayer en Sofía.EFE

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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