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DEBATE DE INVESTIDURA EN EL PAÍS VASCO

Ibarretxe será reelegido hoy 'lehendakari' gracias a dos votos de EHAK

El candidato del PNV anuncia una mesa de partidos que incluya a Batasuna y una consulta popular

El candidato nacionalista a lehendakari, Juan José Ibarretxe, envió ayer todos los mensajes que pudo a EHAK para lograr sus votos y al final consiguió dos de ellos. Éstos fueron insuficientes ayer, porque necesitaba mayoría absoluta, pero hoy le permitirán ser reelegido presidente con mayoría simple. EHAK justificó su decisión por "responsabilidad", al igual que cuando tres diputados de la ilegalizada Batasuna votaron a favor del plan Ibarretxe en diciembre. La portavoz abertzale dejó claro que su grupo ni apoya al candidato ni al Gobierno que encabece. Eso deja a Ibarretxe con una mayoría exigua para gobernar sin sobresaltos. El candidato nacionalista anunció una consulta popular para sancionar el acuerdo que salga de una mesa de partidos sin exclusiones.

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Ibarretxe obtuvo 34 votos (22 de su partido, 7 de EA, 3 de EB y los dos anunciados de EHAK). Su rival, el candidato socialista a lehendakari, Patxi López, se quedó en 33 (18 de su grupo y 15 del PP), mientras se registraban siete votos nulos (los restantes de EHAK, cuyos parlamentarios escribieron en sus papeletas "demokrazia eta bakea" [democracia y paz] y uno en blanco, el de Aralar). Ibarretxe necesitaba ayer mayoría absoluta (38 votos). Hoy le bastará la mayoría simple, que ya obtuvo ayer, para ser reelegido para su tercer mandato.

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El candidato nacionalista exprimió al máximo en su discurso su política de guiños hacia el grupo que tenía la llave de su investidura: EHAK (siglas en euskera del Partido Comunista de las Tierras Vascas). No olvidó casi ningún ingrediente que pudiera servir para seducir políticamente a sus representantes: la consulta popular, el derecho a decidir de la sociedad vasca, la territorialidad y la no exclusión de ninguna fuerza política en una mesa de partidos, en alusión a Batasuna. Ibarretxe se comprometió a incluir a esa organización ilegalizada en el diálogo sobre el futuro político de Euskadi.

Convirtió el derecho a decidir en la clave de la normalización política en Euskadi. "Constituye", dijo, "el núcleo fundamental del proceso de normalización". Anunció una consulta popular para esta legislatura, como ya hiciera en la pasada, para ratificar el acuerdo político que pueda salir de la mesa de partidos, previa autorización de la Cámara vasca y siempre que no haya violencia.

Tampoco se olvidó Ibarretxe en su intervención matutina del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien se comprometió a trabajar en un diálogo "permanente, fluido, honesto y leal". A él dirigió la petición, realizada también de forma recurrente por los independentistas, de medidas para "generar un espacio de distensión y humanización para hacer irreversible el proceso de paz". En ese paquete, incluyó una política penitenciaria flexible -acercamiento a Euskadi de los reclusos etarras- y acabar con la incomunicación de los detenidos por terrorismo y con las "torturas" en los centros de detención.

Además, desempolvó las líneas maestras de su plan soberanista, aprobado el pasado diciembre en el Parlamento vasco gracias a tres votos de la ilegalizada Batasuna, y rechazado posteriormente en el Congreso de los Diputados. Esas líneas maestras quiere que sean los "mimbres" del próximo acuerdo de normalización política: "No venimos con las manos vacías a esta investidura", dijo, en alusión al texto de nuevo Estatuto aprobado en la pasada legislatura.

Ibarretxe intentó convencer a la Cámara de las bondades de todo un plan diseñado por él con principios, contenidos e instrumentos para lograr la normalización política, un plan que rechaza de plano la violencia y subraya la naturaleza del pueblo vasco como sujeto político.

Esta base para la normalización -el portavoz de EA, Unai Ziarreta, habló de un texto de mínimos- fue rechazado por la tarde por los portavoces del PP y del PSE, por entender que no tenía en cuenta los resultados electorales del pasado 17 de abril, según manifestaron la presidenta del PP, María San Gil, y el portavoz del PSE, José Antonio Pastor. Reprocharon que se rescate ese plan como si la sociedad vasca no le hubiera retirado a la coalición PNV-EA en las pasadas esas elecciones, "plebiscitarias", 140.000 votos y cuatro escaños, en palabras del nuevo portavoz socialista. San Gil, muy crítica con los nacionalistas, pero también con el candidato del PSE, acusó a Ibarretxe de haber recuperado "los puntos más perversos del plan".

Patxi López afirmó que "ni España ni el autogobierno vasco son el problema, sino la solución", y combinó un recetario de medidas de intervención gubernamental con su apuesta por la reforma del Estatuto y su defensa de la política antiterrorista del Gobierno que preside Zapatero. Una política que ambos candidatos en liza pusieron en valor, sobre todo en lo relacionado con el acuerdo del Congreso de los Diputados del 17 de mayo, que autoriza al Gobierno a abrir un diálogo con ETA si abandona totalmente las armas. Algo que también valoró la portavoz de EHAK, Nekane Erauskin, al tiempo que exigía pasos concretos para acabar con la ilegalización y el "apartheid político" de los representantes de la izquierda abertzale que no están en los ayuntamientos ni en las diputaciones.

San Gil atribuyó su voto a favor de Patxi López a una "cuestión de principios", aunque con "escasa ilusión". Llegó incluso a acusarle de ser un socialista acomplejado con el nacionalismo y de que se está olvidando de su historia. La portavoz popular defendió que con ETA no se dialoga, porque "ETA no negocia nunca, o mata o se impone". Y denunció el "cálculo electoral mezquino" del Gobierno socialista por no haber instado la ilegalización de EHAK, lo que a la postre se ha vuelto en su contra, porque son los comunistas abertzales los que tienen la llave de la política vasca. Su discurso fue catalogado por el portavoz del PNV, Joseba Egibar, -el único que habló exclusivamente en euskera- como una intervención situada en la "extrema derecha".

En la réplica, Ibarretxe, conocedor ya del apoyo parcial de EHAK, ironizó y levantó sonoras carcajadas en la Cámara al echar en cara a Patxi López que lo nuevo no son ni sus acusaciones contra él ni sus propuestas programáticas. Ibarretxe ironizó con que lo nuevo en la política vasca es que el PP apoye el programa de López, que incluye el diálogo con ETA, la reforma del Estatuto y una política de izquierdas.

El candidato del PNV a <i>lehendakari</i>, Juan José Ibarretxe, en primer término, y su rival del PSE, Patxi López.
El candidato del PNV a lehendakari, Juan José Ibarretxe, en primer término, y su rival del PSE, Patxi López.PRADIP J. PHANSE

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