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Un estudio oficial afirma que la economía crece a costa de destruir el medio ambiente

El primer informe del observatorio de la sostenibilidad critica el modelo de desarrollo español

La economía crece, pero crece más la destrucción del medio ambiente. El producto interior bruto per cápita aumenta en España, pero suben más las emisiones de gases de efecto invernadero, la destrucción del territorio, el consumo energético. "Estamos haciendo algo más, pero con muchos más recursos y mucha más degradación ambiental", asegura el primer informe del Observatorio de la Sostenibilidad, presentado ayer. El observatorio está financiado por el Ministerio de Medio Ambiente y la Universidad de Alcalá y su primer informe denuncia el modelo insostenible de la actual política económica.

El director del Observatorio es Domingo Jiménez Beltrán, ex director de la Agencia Europea de Medio Ambiente y hasta hace meses miembro de la oficina económica de La Moncloa.

Ayer presentó en Pastrana (Guadalajara) el primer informe de un organismo que quiere ser un vigía sobre la destrucción del entorno y proporcionar datos periódicos de los efectos del crecimiento económico.

Jiménez Beltrán destacó ayer en la presentación del informe que España vive "un modelo especulativo insostenible que apuesta por la especulación y no por el conocimiento". "Tenemos la obligación de repensar las formas de producir y consumir y romper con el pensamiento que asocia el desarrollo económico con la destrucción del medio ambiente", concluyó.

El informe compara el crecimiento del PIB per cápita en España, (25% en 10 años) con el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (más del 45% desde 1990). Además, mientras la población aumentó entre 1990 y 2000 menos del 5%, el suelo urbanizado aumentó un 25% en ese mismo periodo.

El observatorio ha utilizado datos de todas las fuentes disponibles. El informe, de 309 páginas, señala que la prosperidad económica se ha obtenido "con mayor uso de recursos y degradación ambiental, especialmente a partir de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera". El estudio señala como aspectos positivos el aumento de la agricultura ecológica, de los espacios protegidos y de las energías renovables.

El consumo de energía se ha multiplicado por dos en los últimos 20 años y actualmente crece un 6% anual. La intensidad energética, la cantidad de energía que hay que consumir para producir un punto de PIB, ha crecido un 0,5% al año desde 1990. Es decir, cada vez hay que consumir más energía para producir lo mismo. Sin embargo, en este periodo, la intensidad energética de la UE ha bajado un 1,3% al año, debido a la apuesta por el ahorro de energía. "La drástica reducción de la intensidad energética y de los gases de efecto invernadero es el desafío más importante en materia de desarrollo sostenible", señala el informe. El aumento de las emisiones tiene efectos sobre la salud, principalmente en las grandes ciudades.

Otro de los aspectos que destaca el informe es la urbanización del territorio, especialmente en la costa. El estudio habla de "un modelo la urbanización creciente y difusa y la especulación, que van conformando un modelo económico donde prima la construcción, el turismo y la acumulación de activos inmovilizados y ociosos, sobre los sectores productivos y de creación de capital productivo e innovador". Entre 1990 y 2000 el suelo urbanizado creció un 26% en España, mientras que en la UE creció un 12%. En algunas comunidades, la urbanización aumentó un 50%. Algunas provincias como Málaga tienen ya urbanizado más del 50% del primer kilómetro de costa.

Se llama desarrollo no sostenible porque "no se puede mantener indefinidamente": no se puede consumir petróleo indefinidamente; la costa a urbanizar se acabará algún día... Además, afecta negativamente a la biodiversidad: el 24% de los vertebrados de España presenta algún grado de amenaza. El rector de la Universidad de Alcalá de Henares, Virgilio Zapatero, criticó que, actualmente, "el hombre representa una amenaza para la conservación de la vida en la tierra", y abogó por una nueva ética: "Obra de tal modo que no pongas en peligro la continuidad sobre la tierra". La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, se mostró confiada en que el proceso de cambio de tendencias en pro de la sostenibilidad sea irreversible.

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