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Los promotores de un partido antinacionalista catalán rechazan la reforma del Estatuto

La plataforma propone concurrir sólo a las elecciones para el Parlamento autónomo

Enric Company

Los promotores de un partido catalán antinacionalista han aplazado hasta octubre la decisión de crearlo o no; pero no han renunciado a actuar de inmediato. Ayer presentaron sus dos primeras propuestas políticas: la renuncia a la "innecesaria" reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña y el "cambio de rumbo" de la política lingüística de la Generalitat. Al manifiesto de los promotores se han adherido 2.305 personas en dos semanas.

Estas peticiones fueron formuladas por el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, en un acto celebrado en el Centre de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).

Carreras leyó un texto, previamente pactado por los integrantes de la plataforma promotora, que contenía las propuestas y los apuntes sobre la definición político-ideológica del partido a crear. También incluía alguna decisión: "Darnos un periodo de tres meses para conocernos y comprobar si tenemos capacidad para hacer un partido".

El ánimo de los asistentes era desde luego favorable a crearlo. Cuando Carreras se preguntó, retóricamente, si es posible fundar en Cataluña un nuevo partido con probabilidades de éxito, la respuesta desde la platea fue un "sí, sí" deseoso de pasar a los hechos. Más prudentes, los autores del texto sostenían que, de momento, hay indicios que apuntan a creer que, efectivamente, el éxito es posible. El principal indicio aportado son las 8.000 personas que han visitado la página web de la plataforma en dos semanas. Y las 2.305 firmas de adhesión al manifiesto Por un nuevo partido político en Cataluña , registradas también durante este breve periodo.

La sala de actos del CCCB, con cabida para 250 personas, resultó pequeña para acoger a todos los asistentes. Fuera del salón quedaron más del doble de personas que dentro.

Los tres meses de plazo que se dieron para tomar la decisión no fueron definidos como periodo constituyente, pero sí se apuntaron algunos datos para el nuevo partido. En el texto leído por Carreras se afirma que los promotores no se proponen para la dirección de la futura formación.

Otro dato de importancia adelantado en este documento, que fue calificado por uno de los promotores como segundo texto de referencia para el proyecto, es que el futuro nuevo partido se fijaría como objetivo concurrir sólo a las elecciones autonómicas. Salvo imprevistos, las próximas deberían celebrarse a finales de 2007. "Ahí es donde se produce el principal vacío de representación", sostienen los autores de la propuesta. Como argumento en apoyo de la tesis del "vacío de representación", Carreras aludió al aumento de la abstención del electorado del cinturón de Barcelona en las elecciones al Parlamento de Cataluña.

Aunque uno de los promotores que intervino al principio afirmó que la responsabilidad de que se haya creado este vacío de representación corresponde también "a los grandes partidos estatales", en el acto no hubo apenas ataques contra el PSOE y el PP, a cuyos se dirigiría la nueva formación.

Antes de la lectura del documento, hubo una quincena de intervenciones. Las dos primeras para dar lectura al manifiesto y dar cuenta de las adhesiones recibidas y las siguientes para expresar de viva voz el apoyo a la propuesta y exponer los argumentos de quienes sienten la necesidad de crear una nueva fuerza política.

La petición de que se abandone la reforma del Estatuto catalán actualmente en curso fue justificada con el argumento de que es "innecesaria" y que lo único que ha conseguido es "deslegitimar" el texto adoptado en 1979 en el periodo constituyente. Junto a la petición de "cambiar el rumbo" de la política lingüística de la Generalitat se formuló también la exigencia del cierre de las denominadas Oficinas de Garantías Lingüísticas, que fueron calificadas como "oficinas de delación".

El actor Albert Boadella, a la izquierda, Teresa Giménez Barbate, Félix Pérez Romera y Francesc de Carreras.
El actor Albert Boadella, a la izquierda, Teresa Giménez Barbate, Félix Pérez Romera y Francesc de Carreras.MARCEL·LÍ SÀENZ

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