Pontevedra, la provincia clave
Los votos de los residentes en el extranjero decidirán el color político del nuevo Gobierno de Galicia - El PP se queda a poco más de 8.000 sufragios del escaño 38 que necesita para mantener el poder
Galicia tiene una quinta provincia que no está en los mapas, que extiende su morriña por todo el mundo, cuya capital es Buenos Aires, y cuyo voto (de emigrantes gallegos) resultará determinante, sobre todo después de que el PP se haya quedado a un sólo escaño de la mayoría absoluta y pendiente del recuento de los sufragios del extranjero.
Esta quinta provincia tiene 305.218 habitantes con derecho a voto. De esos, más de 72.000 han ejercido su derecho. Y de esos, más de 20.000 han votado en la provincia de Pontevedra, donde los populares han depositado su última esperanza de arañar el escaño 38 que le mantendría otros cuatro años en el poder.
Ese escaño le cuesta al PP conseguir una diferencia con el PSOE en el voto emigrante de Pontevedra de más de 8.160 votos. Hace cuatro años, el PP logró 8.733 votos más que el PSOE. Pero hace cuatro años era otra historia. El voto emigrante, según los expertos, se acerca mucho al partido que Gobierno en España. Y ahora ese partido es el PSOE. Hasta tal punto es así que, en las últimas elecciones europeas, los socialistas cosecharon en Pontevedra 2.351 votos más que el PP. La solución, el 27 de junio. Hasta ese día no se efectuará el escrutinio de los votos emigrantes.
Las papeletas de los emigrantes en Argentina pueden hacer variar los resultados
Al comenzar la campaña, el PP propuso medidas excepcionales para vigilar las sacas de votos que llegarían a Barajas del exterior. Entonces, nadie podía imaginar que el resultado final dependiera de un puñado de votos y que éstos iban a llegar en avión.
El número de inmigrantes con derecho a voto representa casi el 12% del censo gallego -la media española no alcanza el 3%-. La provincia con mayor peso del electorado inmigrante es Ourense, donde el voto exterior representa el 19,1% del censo. De hecho, muchos pueblos de esta provincia arrojan datos sorprendentes; como el municipio Avión, donde la mitad de los electores (2.237 personas) viven fuera de España.
Los habitantes de esta provincia global se agrupan fundamentalmente en Argentina (100.857), Suiza (33.020), Venezuela (30.403) y Uruguay (27.618); pero la disgregación alcanza a los cinco continentes: En Namibia viven 278 gallegos en edad de votar; en Japón, 55; y en Australia 1.174. Es sólo una muestra de esa dispersión. Al consultar los datos de la Oficina del Censo resulta difícil señalar un punto del globo terráqueo y no encontrarse a algún gallego. ¿En Kazajastán? Sí, también.
Todos esos electores que pueden ejercer su derecho a participar en las elecciones, pero no están, se agrupan en el Censo de Residentes Ausentes (CERA), y para ellos, también ha habido campaña electoral.
Argentina y Uruguay, que suman algo menos de la mitad del censo total de votantes en el extranjero, fueron los lugares elegidos por Manuel Fraga, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana. El presidente de la Xunta hizo más de 50 actos en seis días en ambos países.
Menos intensos fueron los viajes de los líderes del PSdeG y del BNG. A 100.000 kilómetros de Galicia, el candidato socialista intentó ligar su imagen a la del cambio promovido por el presidente del Gobierno español desde su llegada al poder, y consiguió un golpe de efecto al ser recibido por los presidentes argentino, Néstor Kirchner, y uruguayo, Tabaré Vázquez.
Sólo en Argentina, fundamentalmente en Buenos Aires, residen más votantes gallegos que en las ciudades de Lugo, Ourense, Pontevedra, Santiago de Compostela o Ferrol. De las ciudades de más de 10.000 electores sólo A Coruña, con 204.546 y Vigo, con 237.693, superan el censo de gallegos en Argentina, que ronda la mitad de estas cifras.
En 1997, los sufragios del exterior se decantaron mayoritariamente por Fraga (70%) y permitieron a los populares arrebatarle un escaño al BNG por A Coruña. En los siguientes comicios autonómicos, Fraga logró el 67,9% de los sufragios emitidos por los emigrantes, pero no fue suficiente para despojar de dos escaños al PSdeG, uno en Ourense y otro en A Coruña. Los socialistas lograron conservarlo por un margen de 870 papeletas.
En las elecciones generales de mayo de 2004, enviaron su papeleta 91.417 gallegos; el 58,6% fue para el PP y el 33,51% para el PSOE; en cambio, en las elecciones al Parlamento Europeo, poco más de tres meses después, cambiaron las tornas: la participación bajó del 30% al 22%, y los socialistas lograron el 51,59% de los votos; frente al 38,45% de los populares.
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