"Apoyo equiparar derechos, pero no el matrimonio"

Jesús Casañé, de 28 años, estudiante de Económicas de Palencia, está a favor de que "se regule la situación de los homosexuales y que tengan los mismos derechos y obligaciones", pero se manifestó ayer porque no está de acuerdo "en que se le llame matrimonio". Piensa que de aprobarse, la ley dañaría a la sociedad en general y a la familia en particular "porque se desvirtúa el espíritu familiar y se pierde la esencia tradicional de la familia".

Dice que si el motivo de los matrimonios homosexuales es que dos personas desean unirse libre y voluntariamente, le parece muy digno. "Esto puede llevar a equívocos. Por ejemplo, si un padre y un hijo mayor de edad desean unirse matrimonialmente, ¿porqué no se les va a permitir también?".

"¿Qué motivos naturales impide que eso sea así?", prosigue, "el mismo motivo que tienen los homosexuales los podría tener cualquier otro grupo, eso también hay que planteárselo".

Tampoco está de acuerdo en que las parejas homosexuales puedan adoptar, porque "los derechos del niño son los que deben primar y siempre será mucho mejor tener las dos figuras". Aunque asegura que es "laico", afirma que la Iglesia tiene que manifestarse porque es una institución que debe opinar en todos los órdenes de la vida, "como los grupos parlamentarios".