Detenidos dos presuntos pederastas acusados de abusar de un niño en Barcelona

La policía detuvo ayer en Barcelona a dos hombres acusados de abusos sexuales a un menor de 12 años inscrito en un centro social para niños y jóvenes del barrio barcelonés de El Raval. Uno de los detenidos trabajaba como voluntario en este centro -el Casal dels Infants del Raval-, en el que, supuestamente, captó al menor. Este centro ya se vio salpicado por un caso de pederastia hace ocho años. Los presuntos pederastas detenidos son Ángel Rodrigo B. A., de 27 años, de nacionalidad ecuatoriana y colaborador voluntario del centro de menores, y José María H. P., de 45 años y nacionalidad española, que tiene "un antecedente por corrupción de menores y agresión sexual", según la policía.

Fue gracias a una educadora del propio centro que empezaron las investigaciones que permitieron arrestar a los dos presuntos pederastas. A esta educadora le extrañó que el menor llevara unos pantalones y unas zapatillas nuevas, ya que los menores que frecuentan el centro pertenecen a familias de nivel económico bajo, según los responsables del centro. Preguntado por si había robado las prendas, el menor confesó que, al igual que una videoconsola, se las había regalado Ángel Rodrigo B. A, dijo ayer el propio centro y confirmó la policía.

Regalos prohibidos

Las normas internas del centro prohíben al personal hacer regalos a los menores y relacionarse con ellos fuera de las actividades programadas, pero el menor le relató a la educadora que el detenido no sólo se había ganado su confianza con regalos, sino que lo había llevado a su casa, donde habría abusado sexualmente de él.

Ángel Rodrigo B. A., que estaba en paro, había acudido 14 tardes al centro de menores desde que fue aceptado como ayudante hacía dos meses. Allí daba clases de informática o de refuerzo de las asignaturas del colegio.

Además, el supuesto pederasta puso en contacto al niño con su casero, José María H. P., de 45 años. Según la declaración del menor, este último también abusó de él. Según las primeras investigaciones, José María H. P., habría pagado al ayudante del centro para que le llevara al niño. Rosa Balaguer, directora del centro de menores, se confesó ayer desolada. Para evitar que se repitiera el escándalo de 1997, el centro fijó desde entonces unas pruebas de acceso mucho más estrictas para sus ayudantes.El llamado caso de pederastia del Raval estalló hace ocho años al destaparse una supuesta red que afectó al mismo centro.

En aquel momento se acusó a algunos padres de formar parte de una red que hacía posible que dos pederastas abusaran de sus hijos. Al final, los padres fueron absueltos y condenados Xavier Tamarit, uno de los fundadores del centro, y Jaume Lli, a 124 y 17 años, respectivamente, al considerarse probado que abusaron de una decena de menores del barrio.