Los dueños de Marsans, imputados por presuntos delitos en Aerolíneas

El Juzgado de Instrucción número 35 de Madrid ha citado a declarar como imputados por el delito de apropiación indebida de fondos públicos, delito fiscal y falsedad documental a Gonzalo Pascual Arias y Gerardo Díaz Ferrán, propietarios del Grupo Marsans, dueño a su vez de la compañía aérea Aerolíneas Argentinas.

Las denuncias sobre el pago de deudas de esta compañía en 2002 han motivado esta actuación del juzgado, que además ha ordenado librar una comisión rogatoria al Juzgado Comercial número 15 de Buenos Aires, donde se investigan las denuncias presentadas sobre el mismo hecho por acreedores y organizaciones argentinas. Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz deberán presentarse ante el juez el próximo 5 de julio.

Los hechos se remontan a diciembre de 2001 cuando Aerolíneas Argentinas (propiedad de Marsans desde hacía tres años a través de la compañía Air Comet) recibió de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) 330 millones de dólares (unos 250 millones de euros) para cancelar una serie de pasivos. Entre ellos destacaban un total de 246 millones de dólares adeudados al BBVA, Repsol YPF, Citibank y Amro Bank. Marsans canceló la deuda, pero subrogándola a favor de Air Comet, algo expresamente prohibido en el contrato de compra-venta de Aerolíneas Argentinas, presidida por Antonio Mata, también imputado en el proceso.

Propietario y acreedor

"Marsans se convirtió de esta manera en propietario y acreedor de Areolíneas", subraya Juan Pappalardo, secretario adjunto de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico argentina, para quien la compañía aérea se encuentra en realidad "en estado de quiebra técnica". El Gobierno argentino, que tiene un representante en el Consejo de la que fuera compañía aérea de bandera del país, ha impugnado los balances de Aerolíneas de 2002 y 2003 y ayer tenía previsto hacer lo mismo respecto a las cuentas de 2004.

Los acreedores argentinos denuncian, además, que en la operación impugnada, a los cuatro acreedores citados se les canceló el 100% de lo adeudado en dólares, mientras a ellos se les ofreció el pago en pesos (en enero de 2002 el peso pasó tener el mismo valor que el dólar a depreciarse en un 300%) y con una quita del 60% sobre el total de la deuda.

Por su parte, Air Comet señaló ayer que las acusaciones son "falsas e infundadas". Según Europa Press, Air Comet subraya que su proceder ha sido correcto y anuncia acciones legales contra los demandantes "una vez que todo haya sido aclarado".

Por parte de la SEPI, el único comentario fue que colabora con la justicia y que todo el proceso de Aerolíneas fue auditado por la Intervención General del Estado.